Los berrinches (rabietas o pataletas) de los niños pequeños pueden ser frustrantes para cualquier padre, especialmente si ocurren en público. Por eso, y entendiendo tu preocupación, en este artículo descubriremos juntos la ciencia detrás del berrinche de los niños y cómo lidiar con ellos.
Esta situación común en la mayoría de los niños no solo se trata de mañas o de gestos de “niños malcriados”, como muchos padres asumen.
El berrinche en los niños ¿Qué es?
Un berrinche es una tormenta intensa de emociones, como ira, histeria, desilusión y profunda frustración. En los niños pequeños, este brote emocional puede llevar a llorar, gritar, pisotear, golpear a los padres, caerse, patear, morder, arrojar cosas, golpearse la cabeza o contener la respiración.
Hay dos tipos de berrinches
Crisis emocional y berrinches no emocionales, a veces conocidos como berrinches de Little Nero.
Los berrinches de Nero son mini versiones de los berrinches completos. Se caracterizan por emociones como ira y mal humor, y los niños pequeños tienden a sollozar, rodar por el suelo o hacer otras demostraciones de emoción.
Los ataques y las rabietas no siempre tratan de controlar o manipular a los padres. Una crisis emocional ocurre cuando la parte emocional del cerebro se excita demasiado y toma el control.
Las rabietas en niños pequeños y mayores
Entonces, ya sabemos que las rabietas o berrinche en los niños son reacciones emocionales que tienen como fase un sentimiento de frustración y se considera además una de las maneras que tienen los niños para comunicarse, aunque estas no sean la forma correcta de hacerlo.
¿Las pataletas son normales en la conducta del niño?
A menudo escuchamos a los padres preocupados por el hecho de que sus hijos hacen pataletas. Esta preocupación disminuye cuando se enteran de que los berrinches son una reacción conductual que se da en el 80% de los niños entre 1 y 4 años, es decir, ocurre en la mayoría de los niños. Sin embargo, a pesar de ser una conducta normal, comprendemos cuando los papás se angustian frente a una pataleta que puede contener:
- Llantos
- Patadas
- Tirarse al suelo
- Golpearse
La pataleta o berrinche en los niños es una manera de demostrar la rabia, pena o frustración que los seres humanos estamos sintiendo. ¿Por qué los niños no expresan la molestia con palabras? La respuesta es sencilla: no pueden, ya que su cerebro está en pleno desarrollo y carece de las habilidades para distinguir y explicar claramente a sus padres lo que les sucede.
En los niños pequeños (2-3 años)
Ellos no son capaces de razonar o manipular. Tienden a tener crisis emocionales cuando están molestos.
En niños mayores
Podría ser una caja mixta. Los niños mayores aún no son expertos en controlar las emociones. Por lo tanto, también pueden tener crisis emocionales.
A veces, si un padre ha cedido a la demanda del niño en el pasado, los niños entonces aprenden a asociar los ataques emocionales con lo que quieren. Entonces, las rabietas de Little Nero son el resultado del aprendizaje asociado.
Sin embargo, un niño puede comenzar con un berrinche pequeño y terminar con una crisis emocional cuando las cosas se salgan de control.
Los berrinches o rabietas en los niños aparecen alrededor de los 2 años y van desapareciendo progresivamente a partir de los 4 años de edad.
Es importante saber que los berrinches en los niños son parte del “desarrollo normal” de los niños, pero para que no se transformen en un problema es necesario que los padres sepamos cómo enfrentarlos eficazmente.
Es recomendable que acojamos a los niños, empaticemos con sus sentimientos, y les mostremos cómo manejarlos. Así los niños aprenderán a expresar sus emociones de manera adecuada.
¿Cómo reaccionar ante el berrinche en los niños?
Si los adultos comprendemos que nuestra función como papás es ofrecerles límites claros y definidos de contención, entonces frente a una pataleta, tendríamos que ponernos en el lugar del niño, es decir, ser empáticos. ¿Qué le está sucediendo a mi hijo? Los niños requieren que los adultos, nos acerquemos y nos pongamos en sus zapatos.
- No perder el control y mantener la calma.
- Los padres somos modelos a seguir de los niños, por lo tanto, si la forma de comunicarse es gritando, es probable que el niño actúe de la misma manera.
- Agacharnos hasta la altura del niño es ideal para que no se sienta intimidado.
- Muéstrale que entiendes lo que le sucede, poniendo en palabras simples lo que crees que le pasa.
- Cuida que el tono de tu voz sea tranquilo y acogedor, no grites.
- Ofrécele una alternativa que le permita cambiar el foco de atención, quizás mostrarle su juguete favorito o mirar un libro.
- Evita las explicaciones largas y complicadas en medio de una rabieta, ya que en ese momento la frustración no le permitirá razonar.
- No olvides que lo único que necesita el niño en ese momento es contención.
- Cuando la pataleta haya pasado se puede buscar un momento para hablar tranquilamente de lo que paso y explorar juntos nuevas maneras de reaccionar la próxima vez.
- No es apropiado usar gritos, castigos o duchas frías para manejar las pataletas, cualquier estrategia que provoque más estrés y malestar en el niño, va a tener efectos negativos a largo plazo.
¿Berrinches o manipulación?
La pataleta es una forma de expresión de la frustración y no una manipulación. Los niños son demasiado pequeños e inmaduros como para planificar desde su pensamiento: “voy a manipular a mis papás y me voy a tirar al suelo a llorar, ¡ahora!”. La habilidad de manipulación se logra en etapas avanzadas del desarrollo cerebral, ya que requiere de pensamientos elevados.
Tips para enfrentar las pataletas
Comprende qué le sucede
Una pataleta es probablemente su única manera de expresar enojo, desilusión o impotencia. Normalmente, los niños no se sienten a gusto cuando se les obliga a hacer algo o a dejar de hacer algo de su agrado.
No sucumbas a la ansiedad
Si dejas que las pataletas te vuelvan loca y te roben la paz, no podrás educar a tus hijos adecuadamente. Si cedes a los gritos o a los llantos, contribuirás a que sus rabietas sean frecuentes, ya que le estarás enseñando que está bien gritar o llorar cuando se está frustrado. Mientras que si trabajas en controlar tus emociones con estrategias efectivas, ayudarás a tu pequeño a lograrlo también.
Guía a tu pequeño para que se porte mejor
Abstente de retarlo, es mejor que le preguntes qué le pasa o cómo se siente. Al descubrir las razones, podrás encaminarlo a un mejor comportamiento en el futuro.
No dejes que los nervios te dominen, respira profundo y piensa en cómo enseñarle a tu hijo a manejar sus emociones, guíalo con ternura, respetando sus sentimientos. Recuerda siempre que eres su ejemplo.