Comportamiento del niño

Comportamiento del niño

Si eres madre primeriza lo más probable es que te preguntes con frecuencia si tu hijo tiene un comportamiento normal  o si tiene verdaderos problemas de conductas. En realidad, la diferencia entre comportamiento normal y anormal no siempre está clara; generalmente es un asunto de grado o expectativa.

Es importante resaltar que estas conductas varían según la edad del niño y los amiguitos con los que se rodea, sin embargo el desarrollo puede no ser parejo, con el desarrollo social del niño atrás del crecimiento intelectual, o viceversa. Recuerde, los niños varían considerablemente de temperamento, desarrollo y comportamiento.

Tres tipos de comportamiento

Algunos padres encuentran útil conocer las tres clases generacionales de comportamiento:

  1. Algunas clases de comportamiento son deseadas y aprobadas. Pueden incluir hacer tareas escolares, ser amable y ayudar en la casa. Estas acciones reciben halagos libre y fácilmente.
  2. Otros comportamientos no son castigados pero se toleran bajo ciertas condiciones, tales como en momentos de enfermedad (de un padre o un hijo) o de tensión (por ejemplo, un traslado, o el nacimiento de un nuevo hermano). Esta clase de comportamiento puede incluir no ayudar en la casa, comportamiento regresivo (como el hablar igual a un bebé), o ser excesivamente egoísta.
  3. Otras clases de comportamientos no pueden ni deben ser tolerados ni consolidados. Entre ellas se encuentran acciones que son dañinas al bienestar físico, emocional o social del niño, los miembros de la familia y otras personas. Pueden incluir comportamiento muy agresivo o destructivo, racismo aparente o prejuicio, robo, absentismo escolar, fumar o abuso de sustancias, faltas en la escuela o una rivalidad intensa con sus hermanos.

En muchos casos la conducta de los padres también influyen en la manera de interpretar la conducta del niño, claramente se puede ver que hay padres muy permisivos con sus hijos y pueden aceptar una gama más amplia de comportamientos como algo normal y darse cuenta de algún trastorno de una manera más lenta, mientras que los padres que son más fuertes de carácter actúan más rápidamente para disciplinar a sus hijos.

Si usted se preocupa por el comportamiento o el desarrollo de su hijo, o si usted no está seguro de cómo uno afecta el otro, consulte a su pediatra tan pronto le sea posible, aunque sea solo para asegurarse de que el comportamiento y el desarrollo de su hijo estén dentro del rango normal.

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