Es duro ver sufrir a tu pequeño. Ellos creen que todo es posible, pero cuando ven que no todo es cierto, que no se puede tener todo, aparece un sentimiento que se llama frustración. Cuando esto ocurre sienten que los engañaron y son incapaces de entender lo que está pasando.
La frustración no siempre es mala
Muchos papás en esos momentos piensan que pueden dejarlos ganar un juego, pensando que tendrán un resultado distinto, pero en realidad consiguen todo lo contrario. La frustración no es mala, ayuda a tu pequeño a darse cuenta de que si uno no consigue las cosas la primera vez, el mundo no se acaba, que puede volver a intentarlo una, dos o las veces que hagan falta.
¿De qué manera puedes ayudarlo?
- Motívalo.
- Auméntale su autoestima.
- Siempre dile que practique las cosas para que le salgan mejor.
- Dile que él puede conseguir lo que quiera y que puede lograrlo.
Sin embargo, cuando los niños pasan por este momento no debes regañarlos, ya que puede llegar a sentirse incomprendido e incluso humillado. El sentimiento de frustración es algo que no se puede evitar, los padres que intentan evitarlo condenan a su hijo a la infelicidad.
Hay pequeños a los que jamás les dicen que no, no les ponen límites. Con el tiempo se pueden convertir en personas infelices y violentas, ya que no sabrán defenderse de la frustración.
¿Cómo ayudar a los niños a superar los fracasos?
Como padres lo pueden ayudar en lo siguiente:
- Deja que tu pequeño tropiece y se levante solo
- Que intente las cosas de mil veces si fuese necesario.
- Que te ayude en la casa, por ejemplo a poner los platos aunque se le rompa alguno.
- Que sueñe, que intente conseguir alguno de sus sueños y que fracase en otros.
- El objetivo es que aprenda a levantarse cuando las cosas no salen bien.