Entregar las herramientas para que nuestros hijos sean autónomos es una buena forma de hacerlos responsables por sus propios actos, es darles confianza en sí mismos y para que logren esa seguridad los padres debemos fomentar buenos hábitos de compromiso.
¡Padres al rescate!
Las frases más comunes que escuchamos de nuestros hijos son: no puedo ponerme solo (a) los zapatos, abróchame la camisa, ¡mamá me caí! y lo primera reacción que tenemos es salir corriendo y ayudarlos, porque son pequeños, tenemos prisa, o por temor.
Sin embargo, de esa manera no ayudamos mucho a que el niño sea autónomo y se valga por sí mismo, porque cuando ellos logran darse cuenta que puede hacer las cosas sin otra persona al lado le produce una mayor seguridad. Es un trabajo que se debe hacer en conjunto entre los cuidadores y el niño.
¿Cómo estimular el autoestima y autonomía en los niños?
1) Dale amor incondicional. La autoestima de un niño florece con la contemplación incondicional que transmite el amor. El niño se sentirá mejor si lo aceptas tal y como es, sin importar cuáles son sus puntos fuertes, sus dificultades, su temperamento o destrezas.
2) Bríndale atención. Aparta tiempo para dedicarle tu atención completa, si quiere hablar contigo, deja de utilizar el celular, apaga el televisor y ponte a conversar con él.
3) Establece límites: Es importante que sepa que algunas reglas no se pueden cambiar, es posible que tengas que repetir muchísimas veces las reglas que estableciste, antes de que las siga. Es recomendable que seas clara y firme en tus decisiones.
4) Déjalo que cometa errores. Los errores también son lecciones valiosas para que tenga confianza en sí mismo, Cuando tú misma cometas un error, admítelo. Al reconocer tú tus propios errores, le estás enseñando al niño una poderosa lección, ya que eso le ayudará a aceptarlos suyos con mayor facilidad.
5) Celebra lo positivo. A todas las personas les gustan las palabras de aliento, haz un esfuerzo por reconocer, todos los días, las cosas buenas que hace durante el día.
6) Ofrécele aliento. Todos los niños necesitan apoyo de sus seres queridos, por eso es importante repetirle que crees en él y animarle a seguir adelante. Por ejemplo, si tu hijo tiene dificultades en abrocharse en ponerse su vestido, dile: “Estás poniendo todo tu empeño, ¡y casi lo logras!” en lugar de “No, así no. Déjame que yo lo haga”.
La tarea que debemos tener como padres es alabar y dar aliento a nuestros hijos con el propósito de reconocer el esfuerzo que realizan en cada actividad.