Cuando uno despierta con estrés, angustia o ansiedad puede ser una influencia negativa en lo que será el resto del día y la relación con la familia.
Iniciar tu día con nerviosismo y regaños es solo un desgaste de energía. Lo mismo pasa con los pequeños de la casa, por eso como padres debemos hacer que nuestros niños despierten en armonía, de esta manera su día transcurrirá del mismo modo.
Los niños deben despertar tranquilos, escuchar el canto de los pájaros y dar gracias por un nuevo día, sin embargo algunos pequeñitos despiertan de mal humor.
Ideas para hacer que tus hijos despierten en un ambiente de armonía
- Evita el nerviosismo y los regaños durante la mañana. Se deben replantear la situación para no estar apurados y apresurando al niño a despertarse, bañarse, comer, arreglarlo, sino .buscar formas para despertarlos tranquilos, con tiempo de sobra para que evitar su mal humor.
- Si apuras a los niños tiene un efecto contrario. Nadie funciona bien en situaciones de estrés, la gente actúa más lento de lo normal, por ello hay que tener una estrategia.
- Hay que analizar las situaciones. Si durante la mañana no tienes suficiente tiempo para lograr levantar a los niños, darles desayuno y arreglarte, es necesario que te levantes temprano o adelantar cosas durante la noche.
- Un esfuerzo marca la diferencia. Levantarte temprano logrará cambiar los hábitos familiares, logrando un grato ambiente durante la mañana.
- Ajustar el horario. Es necesario que los niños se acuesten media hora antes de lo que normalmente lo hacían.
- Crea un ritual para que despertar sea agradable. Dale muchos cariños, besos, abrazos, esto lo ayudará a qué se sienta feliz de comenzar un nuevo día.
- Organiza una rutina durante la mañana. Tu pequeño debe tener claro que al levantarse debe ir al baño, ducharse, vestirse y desayunar. Además puedes asignarle la tarde para organizar sus útiles la noche anterior.
- La alegría. Trata de ser entusiasta y positiva por las mañanas, de esta manera se logrará que los pequeños se contagien de alegría. No olvides valorar los esfuerzos que tu niño haga. Recuerda tener una actitud positiva.
