Cuando alguien de la familia está enfermo, todos se preocupan. Esos sentimientos son fácilmente perceptibles por los pequeños, y se les debe dar la información necesaria para que no se angustien. ¿Cómo hacerlo?
Los expertos aconsejan darles una explicación, tomando en cuenta los siguientes puntos:
No dar más detalles que los necesarios
Por un lado, los niños no pueden entender cada término médico, y tampoco es necesario que sepan toda la información, como los síntomas, tratamientos o diagnóstico del enfermo.
Sí es importante que sepan cuál es la gravedad del la enfermedad, de manera que puedan entender lo que está pasando. Por ejemplo, se les puede decir algo como: “El abuelito está en el hospital y no se siente bien. No tiene fuerzas, pero no está sufriendo, ya que los doctores están trabajando mucho para sanarlo”.
Responde sus inquietudes
De seguro al pequeño le surgirán muchas preguntas, tal vez quiera saber cuándo puede ir a ver su familiar o cuánto tiempo estará en el centro médico.
Si no hay una respuesta clara, se puede contestar con sinceridad, pero con mucho tacto. Por ejemplo, puedes decirle: “No sabemos cuánto tiempo esté en el hospital, pero es el mejor lugar donde puede estar, porque ahí lo cuidan muy bien».
La curiosidad de los niños tiene límites, y por lo general, cuando se sienten satisfechos con lo que les dicen, dejan de hacer preguntas y se tranquilizan.
Por último, si la enfermedad es muy grave y tiene un mal pronóstico, prepárate para conversar con tu pequeño y responder a sus inquietudes sin alarmarlo.
