Cómo disminuir las peleas entre hermanos

peleas entre hermanos

Es normal que los hermanitos pasen del amor al odio en un segundo, y den rienda suelta a peleas, golpes, empujones o pellizcos. ¿Qué puedes hacer?

El secreto está en cómo apliques la disciplina en tu hogar, criándolos apropiadamente e inculcando valores en ellos. Toma en cuenta estos 6 consejos.

  1. No compares a un hijo con su hermano

Las comparaciones pueden hacer que se mire de forma negativa al otro, pensando que es un rival en vez de un compañero. Piensa en cómo te sentirías tú si te compararan todo el tiempo con otra persona.

  1. Dale atención individual a cada uno

Cuando un niño se siente amado no tendrá por qué luchar por la atención de los padres. Si te acostumbras a dedicar un tiempo exclusivo para cada hijo, contribuirás a que se acaben las peleas.

  1. Mantén ocupados a los niños

Un niño aburrido se vuelve irritable y tiende al conflicto. Así que si le asignas alguna tarea o les dices qué actividades pueden realizar, no tendrán tiempo para pelear.

  1. Resérvales un espacio único

Tener un espacio físico particular en casa es necesario, ya que si están todo el tiempo juntos, compartiéndolo todo, pelearán en más de una ocasión. Pero si tienen un ambiente propio (aunque duerman en la misma pieza), se sentirán cómodos. Una idea: pinta una línea por el centro de la habitación o coloca los muebles de tal manera de dividas los espacios de cada uno.

  1. Enséñales a negociar

Hay habilidades de negociación básicas que les puedes enseñar para que solucionen sus conflictos. Deben entender que ambos se beneficiarán si arreglan sus diferencias. Por ejemplo: “vamos a jugar lo que yo elija primero y después jugaremos más horas a lo que tú escojas” o “yo reparto las cartas y tú anotas el puntaje”, etc.

  1. Vigila que no se pierda el respeto

Instrúyelos para que nunca se traten mal, con apodos ofensivos ni pasando por alto los derechos del otro. Establece normas claras y define qué consecuencias tendrán si no las siguen. Por ejemplo, si uno se burla del otro, entonces tendrá que «reparar» el daño causado mediante un favor o un trabajo extra.

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