La inteligencia del bebé crece y evoluciona gracias a las experiencias que este va teniendo, mismas que juegan un papel vital en el desarrollo intelectual del niño. Cómo mamá seguramente te has preguntado, ¿cómo ayudar al bebé a desarrollar su inteligencia de forma correcta?
Hasta hace algún tiempo, se pensaba que la única manera de expresar la inteligencia era a través de las capacidades verbales y lógicas, a esto se refiere el I.Q. Test (Test del Coeficiente Intelectual), donde un niño es considerado inteligente sólo si «respecto a sus coetáneos, manifiesta una mayor capacidad verbal, lógica o matemática».
No obstante, actualmente, especialistas no miden la capacidad intelectual del niño tomando en cuenta dicho test, sino a «la capacidad de adaptarse a las situaciones» adecuadamente, que a su vez conlleva a la supervisión de varios comportamientos que son observables:
- Cuando el niño evita actuar por instinto.
- Reflexiona antes de actuar.
- Es capaz de analizar detenidamente diversas situaciones.
- Realiza comparaciones basándose en experiencias vividas.
- Toma decisiones tomando en cuenta su entorno.
Cómo desarrollar la inteligencia del bebé
Exposición directa a los estímulos: El niño aprende según sus experiencias vividas, así que su autonomía comenzará por el encuentro con personas, objetos y situaciones del mundo exterior.
A través de una persona: Los padres, generalmente somos quienes mostramos y enseñamos al bebé el mundo que los rodea, nos volvemos mediadores entre ellos y el ambiente, y es mediante estas intervenciones que el niño va adquiriendo conocimientos y desarrollando su inteligencia e intelecto.
Aspectos a considerar
- Especialistas coinciden en que no se nace inteligente.
- La inteligencia se desarrolla junto con el crecimiento y evolución del niño.
- Es posible potenciarla y reforzarla a través de los años.
- El desarrollo del cerebro inicia al principio de la concepción y se mantiene hasta los 20 años, como mínimo.
- Estudios se refieren a la inteligencia como potencial intelectual, porque crece, se desarrolla y se refuerza.