Lo primero que debes recordar es que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o TDAH, hace que sea extraordinariamente difícil para los infantes el concentrarse en las tareas, prestar atención, estarse quietos, y controlar el comportamiento impulsivo. Algunos niños muestran especialmente comportamientos de falta de atención y otros combinan la hiperactividad e impulsividad, pero la mayoría de los niños con TDAH presentan una combinación de ambos. Esto hace mucho más difícil que se adapten bien a la escuela y es causa de muchos problemas en el hogar.
Para entender un poco más acerca de este trastorno neurobiológico, heterogéneo y complejo, que no puede ser explicado por una única causa, sino por una serie de condiciones genéticas junto con otros factores ambientales, es recomendable que investigues sobre el tema y converses con expertos acerca de tus dudas.
Cómo ayudarlos en sus tareas:
Comprender y ayudar a nuestros hijos es difícil, pero debemos entender que los estudiantes con TDAH por lo general suelen presentar un rendimiento escolar inferior al que se espera por su poca capacidad de prestar atención. Además, es frecuente encontrar dificultades en el aprendizaje de las áreas instrumentales como el lenguaje y las matemáticas. También demuestran dificultad en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, lo que significa la obstaculización de la relación con sus compañeros.
A continuación, presentamos una serie de consejos enfocados para adecuar el contexto académico a las necesidades de los niños y a sus diferencias en la manera de asimilar a través de medidas y metodologías que los padres podemos poner en práctica para ayudarlos. Los padres pueden y deben tener estas estrategias que le faciliten a su hijo que aprenda a regularse y autocontrolarse. Para ello deben centrarse en trabajar en torno a lo siguiente:
1.- Conformación del ambiente: Verificar que hace el niño y crear hábitos en él, además crear rutinas, prácticas, método, planificación, horarios, órdenes, normas.
2.- Exteriorización de la información: Es decir, la manera en que llega la información al niño, por ejemplo, carteles, fotos, dibujos, relojes, contadores, señales acústicas.
3.- Internalización de los procesos: Crearle una guía externa de la conducta, cada movimiento y acción que realice el niño, que piense en voz alta, repetirse la orden, utilizar la técnica del modelado cognitivo, que se de auto instrucciones y lograr que trabaje con la imaginación enfocándose en el pasado y el futuro para que logre mejor concentración. Esto quiere decir, que necesitan de un adulto que les indique que cómo deben comportarse y cuándo. Lo importante en este caso son: la actitud y las expectativas.
Los padres sabemos cómo ser guías, es algo que hacemos naturalmente en los aprendizajes de nuestros hijos, por ejemplo, cuando son pequeños y sabemos que no saben hacer una cosa, se la enseñamos, para que la aprenda. El problema es que con los niños con TDAH, cuando ya tienen una edad en la que ciertos comportamientos deberían estar adquiridos, queremos que lo hagan solos y lo hagan cuando les demos la instrucción, pero ya sabemos que aunque lo sepan hacer tienen dificultades de auto control así que hasta que aprendan a controlarse, puedes ayudarle siendo su control externo de su conducta, es decir, su Guía.
Así mismo, cuida que cuando le des una orden, él repita la instrucción que se le ha dado, para que no se pierda, aumentando así la probabilidad de que cumpla con el cometido que se le ha ordenado al pararse y dedicarle un tiempo a pensar lo que tiene que hacer.
Finalmente, los padres deben convertirse en un modelo para el niño. Hay que demostrarle que cualquier persona tiene o se encuentra con dificultades, que comete errores y busca soluciones para resolverlos. Si los padres ofrecen un modelo, los niños llegan a imitarlo y a integrarlo como una herramienta de solución de problemas y esto les ayudará a realizar sus actividades con calma y enfoque.