En el momento en que hay que lidiar con las tareas, muchas veces surge la tensión entre los niños y sus papás. Te daremos algunas claves para lograr hacer los deberes sin que ninguno pierda la cabeza.
En la actualidad a los niños los llenan de tareas. Después de una larga jornada escolar, es natural que estén reticentes a estudiar más, cuando podrían estar jugando, descansando o haciendo cualquier cosa menos ésa.
Pero la realidad es que casi todos los días hay tareas que hacer. Así que se deben tomar con el menor estrés posible y de una manera positiva.
Cómo lograrlo
Toma en cuenta que el objetivo de las tareas escolares es consolidar el conocimiento adquirido en clases. Por lo mismo, aquellas que son orales, como aprenderse una poesía, un fragmento de un texto o una disertación son muy efectivas.
Al mismo tiempo, predominan los deberes escritos, y son estos los más difíciles de realizar con una sonrisa dibujada en la cara.
Cuando a tus niños les resulte molesto hacer las tareas, o estén muy cansados, los papás deben armarse de paciencia. En especial, cuando el niño tiene problemas para concentrarse.
Algunos consejos que te ayudarán son:
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Crear un clima propicio
Un ambiente favorable es muy necesario para que los niños hagan los deberes con alegría, sin repercutir en la relación de estos con los padres y con la familia en general.
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Dar atención exclusiva a cada hijo
Si estás ayudando a uno de tus hijos con sus tareas, debes dedicarle toda la atención por un momento. Por otro lado, se debe procurar no perder la paciencia ni quedar demasiado estresado, para no afectar negativamente la relación con los otros hijos o miembros de la familia por esa causa.
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No asociar las tareas con castigo
El ambiente tranquilo y ameno hará que el niño progresivamente vea las tareas como parte de su rutina, sin relacionarlos con un castigo. Verlas de modo positivo no sólo incide en las ganas y la motivación del niño, sino también en su concentración y capacidad de comprensión y memorización. Por otra parte, el sentirse castigado aporta un estrés que inhibe su habilidades intelectuales y genera un círculo vicioso.