Aparatos electrónicos en el hogar, ¿qué tan buenos son?

beneficios y riesgos de los videojuegos

Una escena muy común en una noche de familia: el papá frente a su computador, la mamá viendo recetas en Pinterest, el pequeño de 4 años jugando Play, el de al medio enviando mensajes de texto y la adolescente actualizando su Facebook en el Ipad. La pregunta es: ¿cómo lograr que la tecnología no fracture nuestra vida familiar? Aparatos electrónicos en el hogar, ¿qué tan buenos son?

No podemos pensar que es posible erradicar de nuestras casas los dispositivos electrónicos, como si las pantallas de las tabletas, teléfonos o computadores fueran monstruos que temer. Lo cierto es que la tecnología se ha instalado en nuestro mundo y debemos aprender a utilizarla como una herramienta a favor en nuestras casas.

Es más, prohibir la tecnología puertas adentro solamente haría que el abismo tecnológico fuese más grande entre papás e hijos. Son los padres quienes deben poner la tecnología en el lugar que le corresponde.

Las pantallas no son niñeras

De seguro te habrás dado cuenta de que los pequeños son más expertos que muchos adultos en el manejo de estos aparatitos. Por lo tanto, se pueden usar para la educación, ya que, según los expertos, desde los 2 años el desarrollo cognitivo del infante puede verse mejorado por la tecnología visual y táctil.

Sin embargo, esto no quiere decir que se les debe dejar a solas con los dispositivos, como si fuesen canguros o niñeras. Nunca debe una pantalla reemplazar la presencia paterna.

Son los padres quienes deben supervisar el uso de pantallas y negociar con los niños el mejor momento para ocuparlas y el espacio de tiempo adecuado. Los papás tienen que participar con los niños, no quedarse al margen, cuando estos interactúen con la tecnología.

Evita el aislamiento

Dejar a los niños o jóvenes conectados con audífonos, encerrados en su pieza, puede elevar un verdadero muro entre ellos y sus progenitores. Mejor es estar al tanto de lo que pasa con sus videojuegos, su música preferida, las series que ven, las aplicaciones que usan, etc.

Es un universo particular en el que viven los hijos, pero que no tiene que ser cerrado para los padres. De hecho, a los niños les gusta que sus papás se interesen por lo que a ellos les gusta y con lo que se identifican.

No satanices la tecnología, quítate los prejuicios respecto a ella, ya que no tiene por qué ser contraria a la cultura, a la literatura, al arte. Es más, se puede usar la tecnología para aprender interactivamente de estos. Por ejemplo, después de ver una película en familia o de visitar una exposición en un museo, busquen información sobre el autor o director, el tema o los actores en internet.

Puedes utilizar la funcionalidad de estos aparatos para establecer vínculos con los niños. Si vas a planificar un evento familiar, pídeles a los niños que diseñen la invitación con un programa computacional y luego envíenla por correo electrónico. También pueden usar las videollamadas para comunicarse con familiares que estén en otro país o ciudad.

Pero si no te dedicas a conocer estos medios de comunicación, difícilmente podrás incluirlos en las rutinas con tus hijos. Es tu tarea descubrir estos aparatos electrónicos y pedir ayuda a los niños si es necesario.

En realidad, se trata de una excelente oportunidad para reconocer las capacidades de los más pequeños y enseñarles que ellos también tienen valores que transmitir, formando un vínculo intergeneracional. ¡Será muy gratificante para ambos!

Normas de uso

Para que las pantallas no lleguen a sustituir el papel fundamental de los padres en el núcleo familiar, evita estos comportamientos:

  • Ser “amigo virtual” de tu hijo no implica ser un pesado

El que tengas acceso a la página de facebook de tus hijos no te da permiso para dejarles comentarios negativos o meterte en su intimidad. Piensa que hoy esos medios tecnológicos son como los diarios de vida de antaño, requieren respeto.

  • No te transformes en un espía, mejor confía

No uses la excusa de la preocupación para espiar a tus hijos. Si no, en vez de llamar al diálogo, estarás acentuando la fractura tecnológica en la familia. Conversa con tus hijos de determinados peligros y confía en ellos.

  • No dejes que ellos tengan total libertad

Los niños y jóvenes se pueden pasar el día entero frente a la pantalla si no se les ponen límites. Por otro lado, no es sano permitir la presencia de aparatos electrónicos en determinados momentos en los que se reúne la familia, como en la mesa, un paseo de fin de semana o una tarde de conversación en el sillón con algo rico para comer.

Si sigues estas pautas, verás cómo tu familia se une cada día más, sin importar cuánta tecnología domine el mundo.


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