El amigo imaginario aparece entre los 2 y 3 años, y surge para cubrir las carencias afectivas del niño. Esta etapa es completamente normal y ayuda al pequeño a ser más extrovertido, a expresar mejor sus sentimientos y le otorga mayor seguridad.
Experto: María Castro, sicóloga Infantil de Clínica Santa María
Si frecuentemente encuentras a tu hijo conversando, riendo y jugando con alguien que no ves, no debes preocuparte porque es probable que esa persona sea su amigo imaginario.
La psicóloga infantil de la Clínica Santa María, María Pía Castro explica que la etapa del amigo imaginario se inicia entre los dos y tres años de edad, y surge por la necesidad de suplir carencias afectivas en su entorno familiar y para satisfacer anhelos o deseos.
Sin embargo, este comportamiento no se da en todos los niños, sólo se presenta en aquellos que les cuesta expresar sus emociones y son más sensibles, ya que están más conectados con la imaginación y la fantasía.
Los amigos imaginarios son fruto de la ilusión del pequeño, y aparecen la mayoría de las veces en hijos únicos o en aquellos que están inmersos en un mundo adulto y que todavía no ingresan al jardín infantil.
La mayoría de los padres se asustan al saber que sus hijos tienen un amigo imaginario, pero no hay de qué preocuparse, puesto que la doctora María Pía Castro, asegura que “esta fantasía es completamente normal en la etapa del desarrollo psicosocial, en donde los niños comienzan a expresar sus sentimientos, emociones y a descubrir sus carencias”.
Además, señala que es en este período cuando los niños comienzan a sentir la necesidad de ser escuchados y acompañados por alguien que tenga sus mismas características, que posea un nombre, edad y personalidad individual.
Una sana fantasía
Que los niños tengan un amigo imaginario los incentiva a estimular la creatividad y el pensamiento, les enseña a compartir y les otorga seguridad en sí mismos, ya que los apoya a enfrentar sus propios miedos y sus momentos de soledad, los hace más extrovertidos, puesto que mejora la relación con los otros niños, aprendiendo a expresar sus sentimientos.
A pesar de que es sano que los pequeños tengan un compañero ficticio, los padres siempre deben estar atentos a las conductas de sus hijos. La psicóloga infantil de la Clínica Santa María, asegura que el comportamiento es sano si se presentan las siguientes situaciones:
- Cuando el niño comparte las opiniones de su amigo imaginario.
- Comenta de él sin ninguna restricción.
- Cuando lo utiliza para explicar aquellos comportamientos que son rechazados en el ámbito familiar.
- Le atribuye todas las travesuras a su amigo imaginario
- Cuando se perciben valores sociales de la amistad en el niño, como: el compromiso, respeto, solidaridad y empatía por su compañero.
Cuidado con el amigo imaginario
Es importante tener cuidado con el amigo imaginario y abordar este tema con total naturalidad, para eso es necesario conversar con los niños y preguntarles en qué les ayuda el amigo imaginario y qué cosas hace que te gusta compartir con él.
La especialista en psicología infantil asegura que los padres deben tener los siguientes cuidados con respecto al amigo imaginario de sus hijos:
- No cuestionarles a los niños sobre la existencia del amigo imaginario, el que mienten y no existen.
- No participar ni estimular la existencia de su amigo, sino más bien estar atento a las conversaciones y el tiempo que charlan.
- El monitorear las conversaciones ayuda a pesquisar las necesidades de los niños y la cercanía emocional que estamos teniendo con ellos.
- Hay que tener precaución con el contenido del personaje imaginario, ya que, por ejemplo, podría creerse Superman y buscar la necesidad de volar por una ventana.
Castro asegura que los padres deben preocuparse de que el niño viva experiencias agradables, significativas y emocionantes, incentivando habilidades sociales, haciendo que participe en actividades familiares, celebrándole los cumpleaños, asistiendo al jardín infantil, mostrándole ambientes naturales, dándole un ambiente familiar estable.
De esta forma le entregaran al niño modelos ricos en habilidades psicosociales, es por esto que es importante que los padres lo incentiven a que realice actividades recreativas con el fin de que cree redes sociales reales.
Acudir a un especialista
La etapa de los amigos imaginarios se da en un período que no abarca más allá de los 6 años, ya que en esta fase el niño se incorpora al colegio y tienen otros amigos con quienes conversar, pelear o jugar. Sin embargo, hay algunos niños que no logran establecer el límite entre la fantasía y la realidad.
La psicóloga infantil de la Clínica Santa María, María Pía Castro, advierte que si el niño tiene más de de 8 años y aún necesita a su amigo imaginario para tomar decisiones, no comparte con otros niños ni con la familia, no se siente cómodo en las actividades sociales, se centra mucho en su mundo interno y comienza a comportarse de forma violenta porque su amigo imaginario tiene características agresivas, es necesario acudir a un especialista.
Es recomendable que los padres estén atentos y acompañen a sus hijos en toda la etapa del amigo imaginario y que favorezcan el diálogo con los niños por sobre toda la cosas, con el fin de que puedan detectar a tiempo cualquier situación anormal.