Es muy común la rivalidad entre los niños al interior del hogar. Cuando ocurren problemas, los pequeños sólo se enfocan en lo que ellos ven como “justo” o “injusto”, y eso es muy subjetivo. Para evitar las peleas, sigue los siguientes consejos:
- Trata a tus hijos como un equipo
Mucho depende de cómo tú los trates. Si los tratas como miembros de una competencia, de seguro pelearán, mientras que si los haces sentir que son un equipo, actuarán como tal. Puedes mostrarles las ventajas de trabajar juntos para conseguir lo que quieran, y además, protegerse.
- Reduce cualquier causa de competitividad
La mayoría de las situaciones que generan peleas tienen que ver con competencia (como quién maneja el control remoto). Cuando tengas esas situaciones identificadas, será más fácil ayudarlos a compartir las cosas en vez de luchar por ellas.
- Sé imparcial
Evita usar frases que muestren favoritismo o que le das más oportunidades a uno que a otro, como “tu hermano es más chico y tienes que darle el ejemplo tú”. Tendrás mejores resultados si les dices a ambos que deben ser amorosos y cuidarse el uno al otro.
- Aparta tiempo a solas para cada hijo
Una sugerencia es dejar un día de la semana para que cada niño o niña haga algo con sus papás exclusivamente.
- Muéstrales que una pelea requiere de 2 partes
Cuando los niños entienden esta gran verdad, es más probable que estén dispuestos a parar la pelea y simplemente esperar a que al otro le pase la rabieta.
- Crea una escenificación de lo sucedido
Si tus hijos tienen una disputa, puedes pedirles que ellos hagan el papel de “mamá” o “papá” y ustedes actuar de ellos. Así, los invitas a decirte qué harían o dirían para acabar con la pelea. ¡De seguro te asombrarás con sus reacciones!
Por otro lado, puedes actuar los diálogos que esperas que ellos tengan, enseñándoles a disculparse y arreglar sus conflictos.
Si pones en práctica estas recomendaciones, podrás asegurarles a tus hijos que los amas por igual y cuán importante es crear un ambiente de paz y amor en el hogar.