Cosas que solo entenderás si eres madre

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Cuando te conviertes en mamá pareciera que cambias de idioma, los temas que antes te interesaban dejan de ser tan relevantes y aquellos que ni siquiera estaban en tu entorno se vuelven los asuntos de mayor interés. Es por esto que en Facemamá elaboramos una lista de cosas que suceden cuando la maternidad llega para quedarse en tu vida.

¿Cuál otra agregarías tú?:

1.- El pudor se perdió desde que entraste al hospital. No te da vergüenza cantar o bailar en público si es para entretener o calmar a tu bebé.

2.- La palabra “dolor” tiene otro significado.

3.- Desearías poder tener todas las enfermedades del mundo con tal que tu hijo jamás pase una noche enfermo.

4.- Ahora la ropa se elige por “con cual se puede amamantar y cual no”.

5.- El living y alfombra blancos son tu peor pesadilla.

6.- Tus duchas son express, ya no te aplicas los tratamientos del cabello que debes esperar 15 minutos en la bañera.

7.- Mientras tomas una ducha crees que afuera tu hijo desata la Tercera Guerra Mundial.

8.- Te lavas los dientes y cantas una canción con la puerta abierta.

9.- Siempre hay que dejar un hueco en el estómago para comerse las sobras del bebé.

10.- Tu tolerancia a la sal, azúcar y picante cambió.

11.- La memoria del celular se ha llenado de fotos de tu bebé y no quieres borrar una sola, aunque todas sean igual.

12.- No te importa andar despeinado, sin maquillaje y con la ropa arrugada o manchada mientras tu hijo ande impecable.

13.- Tu perfume más preciado te parece un veneno nocivo a la hora de acercar a tu regazo al bebé.

14.- Ofertas en pañales y ropa infantil es el paraíso.

15.- Maquillaje y joyería ahora te parecen un arma que podría dañar a tu bebé.

16.- Los anillos ya no te parecen tan lindos cómo antes, mejor te los sacas.

17.- El silencio es alarma de peligro.

18.- Lograste dormirlos y tropiezas con un juguete musical que no sabes cómo apagarlo.

19.- Reconoces la risa y el llanto de tu hijo aunque esté en un mar de niños en el kínder.

20.- Pisas un juguete descalza y no piensas en la herida sino en no haberle roto su juguete favorito.

22.- Comes alimentos babeados.

23.- Bebes líquidos con submarinos.

24.- Te das cuenta que engordas por comerte siempre los dulces y helados que dejan.

25.- En tu cartela ya no hay espacio para cosméticos, todo es para juguetes, dulces, agua, toallas, suéter, etc

26.- Tu soudtrack mental está lleno solo de canciones infantiles.

27.- Cuando te sientas a comer te paras entre cucharadas porque siempre te llama para algo.

28.- Has perdido el miedo a hacer el ridículo, desde que participaste en el primer festival infantil de tu hijo.

29.- Te enfrentas con niños del tercio de tu tamaño y te sientes valientes porque defendiste el resbalín favorito de tu hijo.

30.- Te haces la dormida cuando te despierta por la mañana para descansar dos minutos más.

31.- No tienes idea lo que pasa en el mundo real (ya no ves todos los días las noticias) pero sabes la última canción de sus dibujos animados favoritos.

32.- El lujo más grande del mundo es poder pintarte las uñas, pero siempre se arruinan porque lo debes atender antes que se sequen.

33.- Te das cuenta que miras sus dibujos animados con ternura cuando él no está.

34.- Amarías tener tiempo para ti, pero cuando se va con los abuelos o alguien cercano no paras de llamar por teléfono, y si no lo haces no dejas de hablar de él y lo que lo extrañas.

35.- El cine ya no es romántico, es una oda a las palomitas de maíz que comen juntos y que tú no puedes parar de sacar.

36.- Te acostumbraste a ir al baño en el mall al mismo tiempo que él, y a veces en los baños infantiles.

37.- El peor sonido es el que se produce cuando da vuelta el baúl de juguetes, sabes que deberás ordenarlo tú.

38.- Puedes perder las llaves del auto, todas tus pertenencias, pero no hay nada que te angustie más que perder el chupete.

39.- Tienes un micro infarto cuando va corriendo y se tropieza y cuando se pierde de tu vista en el supermercado

40.- Quieres todo el día que llegue la noche para dormir junto con él, y cuando al fin pasa, tienes insomnio.

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