Qué podemos hacer con la ropa de embarazo después del parto

El embarazo, la espera de la llegada del bebé, la transformación del cuerpo de la mujer según va creciendo su hijo en su interior, el aumento de la barriga… Son muchos los cambios a los que se enfrenta una madre durante los meses previos al parto, pero también en los posteriores a haber dado a luz, cuando ya tiene al pequeño con ella. Los nueve meses de embarazo sirven para que se prepare para el nacimiento y todo lo que supondrá la llegada de un nuevo miembro a la familia.

Los cambios en su cuerpo suelen ser muy importantes para la mujer y suelen generar algún que otro trastorno. Más allá de ganar peso o sentirse incómoda en la recta final del embarazo la ropa que puede o no puede ponerse suele generar más de un dolor de cabeza a las futuras mamás. Según va creciendo el bebé en su interior la madre gana peso y nota como su ropa no le vale, puede optar por comprar otra de alguna talla superior o ropa premamá, que resulta más cómoda y puede servirle para varios meses. Además, en los últimos años estar embarazada no supone renunciar a vestir a la moda.

Y es que se trata de prendas con un corto recorrido porque se quedan pequeñas al tiempo que la barriga va creciendo. Así que en unos meses te encuentras con el dilema de qué hacer con ellas una vez que has dado a luz. Esto acaba siendo un problema para muchas madres que no saben ni qué hacer con ella y pueden acabar por guardarla en un cajón como recuerdo de los nueve meses en que estuvo embarazada.

Queremos ayudarte a que no guardes cosas que no van a serte útiles y que ocupan un espacio que, teniendo un bebé, seguro que te viene bien tener libre para guardar otras cosas. Lo primero que se nos ocurre, una vez recuperado la figura o al menos perdido alguna talla, es guardar la ropa premamá. No es como cuando pierdes kilos y ves con cierto rechazo la ropa que usabas antes. Te quieres deshacer de ella porque es el recuerdo de que antes tenías una figura que no te gustaba, pero la ropa premamá simboliza el embarazo y eso es bonito, así que hay cierta tendencia a guardarla, casi como un recuerdo.

GUARDARLA PARA UN FUTURO EMBARAZO

Si quieres guardarla como recuerdo estás en tu derecho, pero seguro que ocupa un espacio que necesitas para otras cosas. Lo que sí te recomiendo es guardarla si tienes previsto volver a quedarte embarazada o si lo va a hacer alguien de tu entorno más cercano, como una hermana o una amiga. La ropa premamá tiene muy poco uso, por lo que es muy raro que se gaste, así que puede pasar de una mujer a otra en perfecto estado de conservación.

Si tienes a alguna mujer cerca que planea quedarse embarazada o que, incluso, ya lo está, seguro que agradece que se la dejes, al igual que a buen seguro ocurrirá con alguna ropa que tu bebé dejará prácticamente como nueva y que en unos meses no le servirá.

REGALARLA O DONARLA

Si no tienes ninguna embarazada a la vista en tu entorno la ropa premamá puede servir a otras mujeres, especialmente las que tienen pocos recursos. Diversas organizaciones recogen ropa para los más desfavorecidos y entre las prendas que se entregan pocas veces hay cosas de embarazada, que se ajusten a su figura y barriga según va creciendo, por lo que son muy valoradas por ellas.

Antes de tirar esas prendas que ahora te quedan grandes plantéate cederlas a aquellas que pueden necesitarlas. Colectivos que trabajan con gente con pocos recursos, con madres en situaciones de exclusión social o incluso la iglesia más cercana seguro que están deseosos de recibir este tipo de prendas. Investiga un poco porque seguro que en tu entorno hay gente que querría esa ropa a la que tú no le vas a dar uso.

ARREGLA LA ROPA QUE TE QUEDA GRANDE

La ropa de embarazada no suele ajustarse al cuerpo de una mujer que no lo está, aunque haya ganado alguna talla. Se ajusta a la barriga y se vuelve más floja en esta zona y en el pecho, por lo que aunque hayas ganado alguna talla con el embarazo no te sentará bien la ropa premamá, te quedará grande, excesivamente floja.

Si se te da bien la costura puedes arreglar y reciclar alguna de las prendas que usaste estando embarazada, como es el caso de vestidos o abrigos, prendas que suelen ser caras y puedes seguir aprovechando los cambios del cuerpo tras el parto. Los pantalones suelen tener una cinturilla elástica, para ir adaptándose a la barriga según va creciendo, por lo que resulta mucho más difícil de arreglar y no compensa.

Las prendas que son elásticas o las camisetas puedes seguir usándolas para hacer ejercicio o para estar en casa, sobre todo si quieres perder peso tras el parto y prevés que ese proceso vaya a durar varios meses. Es una forma de ahorrar en la compra de ropa hasta que alcances tu talla definitiva.


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