Aunque la maternidad puede ser realmente gratificante, lamentablemente a veces también puede ser un trabajo excesivo. El Síndrome de Burnout o síndrome de agotamiento de la madre es un buen ejemplo de lo difícil que puede definir el ser madre.
El síndrome de agotamiento de la madre afecta a muchas mujeres cuando se trata de criar a sus hijos. Ocurre debido al estrés y la fatiga que conlleva la responsabilidad de cuidar a un bebé.
El Síndrome de Burnout – que también se asocia a los excesos laborales y no solo a la maternidad – se caracteriza por un estado depresivo crónico. En los casos más graves puede haber consecuencias muy desagradables. Por eso es un problema mucho más grave que la simple fatiga o la depresión temporal y es el resultado del agotamiento fisiológico, emocional y psicológico que se produce por la acumulación de estrés repetitivo de intensidad moderada.
Los síntomas más frecuentes del Síndrome de Burnout son trastornos del sueño, debilidad, fatiga crónica, trastornos digestivos, dolor de cabeza y espalda.
¿Cómo lo saber que estás presentando el síndrome?
Muchas mujeres antes de dar a luz y luego de que son madres siempre buscan estar muy bien informadas acerca de todos los aspectos de la maternidad, ya que quieren conocer el reto al que se enfrentan.
Los síntomas de este síndrome son muy similares al de otras enfermedades sin mucha importancia, es por ello que muchas personas no les prestan mucha atención. Sin embargo es necesario aprender a identificarlos para tomar las medidas necesarias:
- Problemas para conciliar el sueño
- Cansancio permanente
- Dolores de cabeza
- Sientes una gran presión por ser la mejor madre, la mejor pareja y también triunfar en el ámbito profesional.
- No te apetece hacer planes con nadie, sólo quieres descansar
- Constantes ganas de llorar
- Episodios de ansiedad
Fases del síndrome de Burnout en las madres
1. Agotamiento emocional
Cada persona tiene una resistencia definida para la energía física y psicológica. Las responsabilidades diarias de las madres suelen consumir toda su energía hasta llegar al momento en que se sienten completamente agotadas.
Durante esta etapa, la madre puede sentir una sensación de angustia por las innumerables tareas que debe realizar.
2. Desapego emocional
Para proteger y cuidar a sus pequeños, una madre puede establecer mecanismos de defensa. Es posible que continúes realizando tus tareas diarias de forma mecánica, sin embargo, no tendrás la inversión emocional que deberías.
Como consecuencia, la madre puede sentirse distante de su hijo, su marido o la vida diaria.
3. Realidad
La última fase de agotamiento es probablemente la más preocupante. En este punto, la madre se da cuenta de la creciente brecha entre lo que imaginaba como una maternidad ideal y la realidad real que está experimentando.
La realidad choca con el concepto idealizado de ser una madre perfecta. Durante este caos, la madre puede sentirse como si hubiera fallado. Esto implica una pérdida de confianza e incluso puede resultar en un comportamiento agresivo hacia el niño.
Causas principales
- Cuidar de los hijos y del hogar es un trabajo real y, a veces, las madres no son valoradas por su trabajo.
- Es posible que las mujeres que regresan al trabajo no tengan el tiempo ni la energía para enfrentar todas las situaciones difíciles en el hogar.
- A veces, este agotamiento se debe a la búsqueda de la perfección. Es importante tener en cuenta que la perfección no existe.
La gran decepción
La realidad de la maternidad es completamente diferente a las fantasías idealizadas. Las dificultades y responsabilidades son inmensas. Es importante deshacerse del concepto de «madre ideal». La maternidad en realidad se compone de buenos y malos momentos.
¿Quién puede contraer el síndrome de Burnout?
No existe un perfil típico de quiénes son susceptibles a este síndrome. De hecho, el síndrome de agotamiento de la madre puede afectar a mujeres de cualquier condición social. También puede afectar tanto a las madres primerizas como a las experimentadas.
Este síndrome puede ocurrir en cualquier momento. Puede ocurrir inmediatamente después del nacimiento de un niño o muchos meses o años después. Existen algunos factores de riesgo de agotamiento materno, como tener gemelos o tener varios hijos de edades similares.
Estos casos implican un aumento importante de la carga de trabajo de la madre y pueden llevar al agotamiento materno. Las madres solteras también pueden ser propensas a padecer este síndrome, ya que pueden carecer del apoyo que necesitan para criar a sus hijos.
¿Cómo mejorar?
Lo primero y más importante que debes hacer es pedir ayuda en todo lo que necesites, debes ser consciente de que la maternidad trae consigo muchos deberes, es por ello que es necesario compartir estas tareas con tu pareja, pedir apoyo a tus padres o a tu mejor amiga, así sea para tomar un baño relajante por unos minutos. Por otra parte es importante tener tiempo para ti misma, algunas mujeres pensarán que esto es muy complicado, pero siempre encontrarás un pequeño rato por la tarde mientras él duerme para leer un libro o simplemente mirar tu programa favorito en la televisión.
Por último y algunas pensaran que no es importante es mantener las relaciones sociales, ya que el hecho de pasarse todo el día cuidando a un bebé hace que algunas se aíslen y pierdan el contacto con sus seres queridos y acabaran sintiéndose solas y tristes.
La forma más importante y eficaz de mejorar es darse cuenta de que no existe una madre perfecta. No dudes en compartir cómo te sientes con las personas que te rodean o compartir lo que estás experimentando con otras madres.