Ser madre es algo que ha ido evolucionando al transcurrir el tiempo. El rol de las mujeres en la crianza y cuidado de los hijos se va adaptando a las necesidades y cambios en la sociedad. ¿Pero cuál es el sentir de las madres actualmente? ¿Qué opinan de la maternidad moderna? Un estudio australiano se dio a la tarea de averiguarlo y te compartimos sus resultados.
Esta investigación fue realizada por una agencia de marketing australiano llamada The Korn Group, que se dedica a analizar a la audiencia y el mercado en diferentes segmentos. Ellos hablaron con grupos de madres que tenían hijos desde recién nacidos hasta los seis años de edad. Su interés principal era descubrir las preocupaciones y sentimientos de las madres modernas.
Para el estudio se dividió a las madres en grupos según su edad, nivel socioeconómico, y la estructura familiar en su casa. Sin embargo, algo que encontraron muy dominante en todos los grupos, era que la mayoría de las madres se sienten altamente juzgadas.
Además de este sentir en común, se encontraron cinco observaciones importantes:
1. La maternidad sigue siendo trabajo de mujeres
Aunque aún existe una diferenciación en la crianza de los hijos entre géneros, el establecer responsabilidades de cada padre y la equidad está definiendo actualmente los hogares modernos. Sin embargo, a pesar de que muchos padres se involucren más en en asuntos de crianza, las mayoría de las madres considera que ésta continúa siendo trabajo de mujeres.
Un ejemplo que ellas dieron de esto, es que las madres tienen todo un sistema organizado en sus mentes donde llevan el control de todas las necesidades de su familia, como una hoja de cálculo. Mientras que los hombres aún no hacen algo así.
2. La culpa es innata en la maternidad
Muchas madres se proponen no darle importancia a la opinión de otros ya que reconocen que a veces sienten culpa cuando no deberían, y aunque hacen el esfuerzo para eso no les agobie, no siempre lo logran. Esto es porque la presión de ser madres perfectas continúa siendo muy intensa, especialmente en la madres primerizas.
En el estudio se menciona que esta puede ser la razón de que las madres hayan amado la película de «Malas madres». El quitarse la culpa de encima puede ser algo muy liberador para las madres, así como entender que está bien no ser una mamá perfecta.
3. Los grupos de madres en línea son comunidades reales
Las tribus de madres aún existen pero han cambiado radicalmente. Ahora la mayoría de estos grupos se encuentran en el mundo digital. Desde los grupos activos en redes sociales hasta las blogueras e influencers y los foros de discusión online. Estos espacios digitales son ahora los lugares donde las madres comparten, exploran y debaten todos los temas relacionados con la maternidad. El hecho de tener ideas y experiencias de otras mujeres en circunstancias similares, es algo creíble y tranquilizador para las madres.
4. Desearían confiar en su instinto
Otro descubrimiento del estudio fue el saber que las madres desearían poder confiar más en su propio instinto. El estar en esta era donde nos encontramos saturadas de información y consejos en todas partes, a veces resulta contraproducente, pues nos llegamos a encontrar con puntos de vista opuestos que nos hacen dudar y que llega a ser algo agotador.
Ellas conocen bien a sus hijos y saben lo que es mejor para ellos, por lo que desearían sentir menos miedo al momento de seguir sus instintos.
5. Su mayor deseo es, desde luego, tener más tiempo
Por supuesto que este es el deseo universal de todas las madres, no solo las australianas. La vida maternal puede ser muy desgastante y caótica, y es hacer tantas cosas que realmente el tiempo no nos alcanza para hacer todo lo que podemos o necesitamos de la manera en que quisiéramos. Nos hace falta tiempo para hacer todo lo de la casa, para trabajar, para atender a nuestros hijos, para estar con nuestra pareja y para atender pendientes que tengamos.
Las madres también manifestaron que les hace falta tiempo para ellas, para estar solas y dedicarlo a pensar o a hacer cosas que les gustan. Consideran que un pequeño descanso para recargar energía es necesario, y puede ser algo tan sencillo como tomar una taza de té o ir a arreglarse las manos. A lo que recurre la mayoría de las madres consultadas en este estudio para tener tiempo a solas y no sentirse culpables, es hacer ejercicio.
En general, aunque el estudio se haya hecho únicamente con madres en Australia, refleja mucho de lo que actualmente vivimos y sentimos las madres en todo el mundo.
