Las mamas se desarrollan en las niñas que ingresan a la pubertad y comienzan a agrandarse antes de su primer período menstrual, es durante esta fase cuando las chicas atraviesan por diversos cambios, entre ellos el crecimiento y desarrollo mamario, de igual manera, durante la menstruación se tornan sensibles y blandas. Te decimos cómo realizar el autoexamen de mamas.
Estos son cambios normales durante la pre-adolescencia, por lo que si habituamos a nuestras niñas a examinarse las mamas desde pequeñas posteriormente les será más sencillo determinar presenta alguna anomalía en sus senos.
Los especialistas siempre nos recomendarán autoexaminarnos, nadie mejor que nosotras conoce nuestro cuerpo y estar familiarizadas con él nos hará reconocer de inmediato cuando algo no está bien, por esta razón, el autoexamen de mamas no solo nos puede ayudar a detectar quistes u otras afecciones mamarias benignas, además reconoceríamos el cáncer de mama a tiempo, lo que permitiría el pronto tratamiento y supervisión médica; es fundamental que eduquemos a nuestras hijas de tal manera que sean capaces de conocer su cuerpo y tocarse sin ninguna incomodidad.
Cómo realizar el autoexamen de mamas
- El momento ideal para realizar el examen es una semana después de iniciar tu periodo menstrual.
- Tiene dos fases: cómo se ven las mamas y cómo se sienten.
- Antes de colocarte el brasier (sostenes) recomendamos pararte o sentarte frente a un espejo con los brazos holgados a los lados y comienza a observar la apariencia de tus pechos (hoyuelos, cambio en la piel, escamosidad, cambio de apariencia, o simplemente todo está normal).
- Posteriormente, mírate los pechos desde varios ángulos, las manos se deben mantener a los lados pero cambiando las posiciones, ejemplo: alza los brazos encima de la cabeza, luego colócalos fijos en las caderas (para contraer los músculos de la pared torácica) e inclínate hacia adelante, ahora comienza a buscar algún cambio en la piel.
- Después de eso viene cómo se sienten las mamas, y aunque al inicio será incómodo tocarte, te habituarás.
- Acuéstate boca arriba con una almohada o toalla debajo de un hombro y coloca ese brazo debajo de la cabeza. La almohada irá debajo del hombro donde se encuentre la mama a examinar (derecha o izquierda).
- Con la yema de tus dedos realiza movimientos circulares, leves y cortos, del tamaño de una pequeña moneda. Comienza debajo de la axila hacia el medio del pecho.
- Comienza suavemente y luego presiona progresivamente para detectar la presencia o no de anomalías.
Así que si sientes algún bultito, dolor o cambio en la apariencia de tus mamas, acude al médico, no tengas miedo, detectarlo a tiempo puede prevenir o tratar el cáncer de mamas. ¡Tócate!