La dopamina en el cerebro ayuda a que las madres establezcan un mejor vínculo afectivo con sus bebés.
Como bien sabemos, la dopamina es un neurotransmisor en nuestro cerebro que forma parte del sistema de recompensa, ese que nos hace sentir satisfechos o complacidos cuando hacemos algo que nos gusta o nos hace felices.
De acuerdo con un nuevo estudio la dopamina ayudaría a las nuevas madres a crear un lazo más fuerte con sus bebés, ya que ayuda a facilitar los vínculos afectivos.
El estudio consistió en analizar la reacción en el cerebro de 19 madres para encontrar cuáles eran las regiones que se activaban cuando veían vídeos de sus bebés. Esta investigación podria ayudar a desarrollar terapias que ayuden a luchar contra la depresión posparto y otro tipo de trastornos en el sistema que regula la dopamina, como la enfermedad de Parkinson, adicciones y disfunciones sociales.
Los investigadores descubrieron que el nivel de dopamina en las madres está relacionado con el nivel de sincronía con su bebé, así como la la fortaleza de la conexión dentro del cerebro llamada amígdala medial, que es la encargada de apoyar la pertenencia social.
Se encontró entonces que la pertenencia social es un estimulador poderoso de dopamina, lo que implicaría que tener fuertes relaciones sociales podrían mejorar las condiciones en caso de padecer algún trastorno, como la depresión.
Se sabe que las personas logran sobrellevar mejor las enfermedades cuando se cuenta con una red de apoyo fortalecida, sean amigos o familia. De acuerdo con los investigadores, lo que este estudio sugiere es que el cuidar a otros y no solo recibir cuidados, podría tener la habilidad de elevar los niveles de dopamina.
Los investigadores se enfocaron en la dopamina porque esta actúa en diferentes sistemas del cerebro para impulsar la motivación requerida para trabajar por una recompensa.
Para realizar el estudio, se utilizó una novedosa máquina capaz de hacer dos tipos diferentes de escaneos del cerebro de manera simultánea. Cada una revisa dos aspectos del cerebro: una sigue el curso de la sangre hacia las diferences áreas de éste, mostrando cómo se activan de manera diferente las regiones y cómo se conectan en redes. La otra usa una tinta especial que se inyecta en la sangre y que puede ser rastreada para generar imágenes que muestren la distribución específica de un neurotransmisor, en este caso la dopamina.
Previo a realizar este estudio, se filmaron vídeos de las madres en casa interactuando con sus bebés, así como a los bebés jugando solos. A ambos se les designaron medidas en sus comportamientos para determinar el grado de sincronía entre madres e hijos.
Las madres entonces se colocaron en la máquina para escanear sus cerebros. Primero se les mostró el vídeo de su bebé jugando solo y después el vídeo de otro bebé que no conocían haciendo lo mismo.
Los investigadores descubrieron entonces que las madres que estaban más sincronizadas con sus bebes mostraban una respuesta mucho más elevada de dopamina cuando veían a su propio bebé jugando, fortaleciendo el vínculo entre ellos.
Con estos resultados se puede determinar además que el entorno social podría tener un impacto en el desarrollo del cerebro, ya que se determina que la salud de las personas en el futuro se ve afectada por el cuidado que reciben cuando son bebés. Esto último debido a que los procesos en el cerebro de la madre están directamente relacionados con el ejemplo de comportamiento social que se les da a los bebés, mostrándoles lo necesario para que sus cerebros se «conecten de manera normal».
En resumen, entre más tiempo pasemos con nuestros bebés, mayores niveles de dopamina tendremos, y estos a su vez, nos ayudarán fortalecer aún más la relación con ellos gracias a la sensación de recompensa que nos proporcionan. Este es uno más de los descubrimientos que prueban la importancia de formar un vínculo afectivo fuerte entre las madres y los bebés, y con el que ambos se ven beneficiados.