Este tratamiento complementario ayuda a aliviar molestias que se presentan con algunas enfermedades. También es bueno para embarazadas, niños y bebés.
La terapia con flores de Bach se basa en los estudios realizados por el doctor Edward Bach, entre los años 1926 y 1934, y se usa como complemento para sanar problemas o enfermedades. Son 38 flores que influyen según las emociones de las personas y se ocupan para sus diferentes dolencias.
A partir de un cáncer que se le diagnosticó, Bach comenzó a hacer investigaciones, donde descubrió que las flores tenían propiedades mejores que la planta misma, además de darse cuenta que cada flor tenía una personalidad, al igual que las personas.
Así, para cada paciente existe una flor distinta para su tratamiento, según el malestar que tenga. Cuando hay una enfermedad, existe una desarmonización en el plano mental y emocional. Todas las dolencias del cuerpo físico se dan porque la mente y la emoción están enfermas. La flor de Bach armoniza y saca lo que no sirve.
“Los médicos de ahora se han dado cuenta que el ADN de las flores y el del ser humano son prácticamente iguales. En la flora, la flor es el ser más desarrollado, como en la fauna lo es el ser humano, por eso se complementan y se ayudan”, dice María del Pilar Dois, terapeuta en flores de Bach, titulada en Chile y en el Bach Center de Inglaterra.
¿Cómo se preparan?
Se corta la flor y se pone en vasijas de vidrio con agua. Se dejan al sol por un número de días, en las noches se guardan y en el día nuevamente se sacan. Este procedimiento se realiza hasta que la flor suelta su esencia, la cual se mezcla con un brandy especial, que está hecho para estabilizar a la flor, evitando que se pudra. El resultado de todo esto, es la tintura madre.
Flores de Bach para embarazadas, bebés y niños
También sirven para que los bebés logren conciliar el sueño y para el tratamiento de niños con hiperactividad o trastorno de déficit atencional. María del Pilar Dois, recomienda que en el caso de las sesiones para los niños, la entrevista se le realice primero al menor, luego a la mamá, ya que es el niño el que dará la pauta sobre qué tipo de flor usar.
“En todo lo que es medicina complementaria es fundamental que la persona se quiera mejorar. La flor armoniza en forma suave, va nivelando”, afirma la terapeuta.