Desde siempre los especialistas han recomendado una rutina de ejercicios básicas para mantener el buen estado de nuestra salud, y aunque durante la juventud solemos estar activos en todo momento, a medida que aumentan los años, también lo hacen las responsabilidades y estas actividades pasan a segundo plano.
No obstante, es vital tratar de mantener estas rutinas, aunque sea una hora al día y tres veces por semana, esto, porque el cuerpo va perdiendo resistencia con los años y el sedentarismo. Sobre todo, cuando nos convertimos en madres y aparecen un sinfín de molestias musculares, un simple rato de ejercicios podría mejorar nuestra condición.
¿Debes entrenar hasta el cansancio?
Desde hace unos años y hasta el día de hoy, el fitness y el fisicoculturismo han pasado de ser un deporte para convertirse en tendencia para muchas personas, y si bien es necesario que todos hagamos ejercicios por nuestra salud, muchos han alimentado la idea de marcar la diferencia real del cuerpo, y entrenar hasta quedar sin aliento y esto no es lo correcto, según explica el Dr. I-Min Lee, profesor de medicina de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
El informe de salud llamado ‘Starting to Exercise’ de la Escuela de Medicina de Harvard especifica los mejores tipos de entrenamientos que podemos realizar para mejorar nuestra salud aún si eres mamá y tu tiempo se redujo al mínimo.
Natación
El Dr. Lee de la Universidad de Harvard detalló que nadar “el entrenamiento perfecto”, ya que esta actividad requiere el uso de casi todos los músculos de nuestro cuerpo. Así que nadar de 30 a 45 minutos por día puede mejorar el ritmo cardíaco, el cerebro, enfermedades crónicas, y los accidentes carebrovasculares, además de evitar todo el deterioro relacionado con la edad. “Nadar es bueno para las personas con artritis porque es un ejercicio ligero”, explica el Dr. Lee.
Entrenamiento de fuerza
Como su nombre lo dice, estos entrenamientos implican el uso de peso, mismos que pueden ser propios del cuerpo, las pesas, mancuernas, y se utilizan para crear resistencia contra la atracción de la gravedad.
Músculos abdominales
- Es importante que antes de hacer estos ejercicios, revise la separación de los músculos abdominales para evitar que se separen más.
- Puede verificar la separación en cualquier momento durante su embarazo, para esto debe recostarse sobre la espalda y flexionar las rodillas, manteniendo los pies planos en el piso.
- Lentamente se lleva la barbilla hacia el pecho y se levanta la cabeza y los hombros hasta que su cuello se encuentre separado de ocho pulgadas del piso. Deje un brazo extendido en frente de usted.
- Con la otra mano debe tocar la parte media de su abdomen y comprobará que hay un vacío, si usted se encuentra en los primeros meses del embarazo o después del parto, o un abultamiento si se encuentra en los últimos tres meses del embarazo.
- Si se percibe esa separación, evite que los músculos se separen aún más haciendo un fortalecimiento abdominal suave mientras cruza sus manos sobre el área abdominal para dar soporte a los músculos y juntarlos.
Inclinación pélvica
- Este ejercicio es fundamental para lograr mantener una buena postura. También refuerza sus músculos abdominales y de la espalda; reduciendo el esfuerzo en la misma y la fatiga.
- Debe recostarse sobre su espalda, con las rodillas flexionadas. Inhalando por la nariz, contraiga los músculos de su estómago y glúteos.
Otros ejercicios:
- Caminar es imprescindible, hacerlo una vez al día durante 45 minutos ayudará mucho a mantener tu salud.
- El tai chi para la relajación y controlar la respiración.
- Ejercicios de kegel para prevenir incontinencia urinaria y problemas del suelo pélvico.
Aunque el tiempo y las responsabilidades te quiten gran parte de tu tiempo, no olvides realizar alguna de estas actividades para mantener tu salud, además realizarlo en familia será aún más gratificante.