La lactancia es una forma extraordinaria de fortalecer la conexión entre madre e hijo durante los primeros meses de vida, pero no es la única manera de crear un vínculo, si por alguna razón no puedes vivir la lactancia no debes preocuparte, existen formas de fortalecer los lazos maternos.
La relación con tu hijo no se basará únicamente en el contacto o calor que le transfiere tu cuerpo durante el amamantamiento, la forma como respondes a su llamado (llanto), la frecuencia con que lo tomas en tus brazos y le das amor también forma un lazo confortable y único, además de aquel que inicia cuando el pequeño se encuentra aún en su universo uterino.
La madre que por alguna razón decide no amamantar, bien sea debido a que algún problema de salud se lo impide, podrá alimentar a su bebé con el mismo amor y la misma entrega que una que sí lo hace naturalmente; lo importante es que la madre se informe sobre cómo realizar la conexión materna, también debe consultar con el pediatra qué tipo de leches artificiales podrá utilizar.
Lo correcto sería que a pesar de alimentar a un bebé con leche de fórmula, el momento sea similar al que utiliza una madre para dar pecho, crear un tiempo íntimo, de unión, de mimos y de miradas hace de los minutos de alimentación una experiencia maravillosa.
Cuando la madre da pecho suele desabrigar a su bebé para que el contacto piel a piel tranquilice al pequeño si está llorando, también se puede aplicar esta técnica cuando se utiliza una mamadera, hay que recordar que lo importante no es cómo alimentes al bebé, sino la energía y el apego que le transmites a través de tu cuerpo.
Si en tus manos está decidir cómo quieres alimentar a tu pequeño, lo más recomendable sería elegir la lactancia materna, sin embargo en algunos casos este acto natural no fluye o funciona de manera regular, por lo que la alimentación con leche artificial es la opción ideal, siendo a la vez una decisión importante que debe tomar una madre.
Las fórmulas para lactantes no contienen los mismos nutrientes que la leche producida por el cuerpo de la mujer, mientras que el calostro proporciona al bebé todo lo que necesita en sus primeros días de vida, la otra no es tan completa, pero es la que los especialistas recomiendan a aquellas madres que por razones ajenas a su voluntad no pueden experimentar la lactancia materna natural; en caso de que este sea tu caso consulta con un médico especialista y busca ayuda en los centros de atención para madres lactantes, en algunos casos la adecuada educación puede hacer el acto mucho más cómodo y llevadero.