Hay muchos factores pero la mayoría pueden resumirse en:
—No haber sido asesorada durante el embarazo sobre los beneficios de la lactancia materna, así como de las principales dificultades que pueden aparecer, cómo solucionarlas y a quién acudir para asesorarse. Normalmente es un tema que se trata en la preparación al parto.
—No tener apoyo por parte del entorno: población en riego de exclusión social, mujeres que se sienten muy presionadas o no apoyadas por parte de la familia, autónomas que se tienen que reincorporar al trabajo pasadas las 6 semanas obligatorias.
—Recibir información contradictoria por parte de los profesionales sanitarios. Es muy triste, pero es real, que parte de los compañeros sanitarios que están en contacto con mujeres en el puerperio y con el bebé no estén actualizados. Seguimos escuchando eso de «20 minutos en cada pecho, y siempre los dos pechos», seguimos presionando a las madres con la ganancia de peso (cuando ésta no es lineal, los niños alimentados al pecho pueden ganar una semana 80 gr, y la siguiente 300 gr).
—Partos instrumentales o por cesárea en los que no se hace el contacto «piel con piel» y no se estimula el enganche al pecho precoz (las dos primeras horas son primordiales).
—Dar suplementos, biberones, chupetes o uso de pezoneras desde el nacimiento, antes de que la lactancia esté instaurada. Son factores que crean lo que llamamos «confusión de pezón», ya que el bebé debe succionar de una manera muy diferente con estos dispositivos.
—Falta de medidas de protección de lactancia materna por parte de las instituciones: bajas maternales cortas, medidas tan escandalosas como la que hace poco hizo pública el Ayuntamiento de Madrid: destinar fondos públicos para dar leche maternizada a familias en situación de vulnerabilidad (en vez de fomentar y apoyar la lactancia materna, la leche de fórmula alimenta menos, hace que los niños tengan más riesgo de contraer enfermedades, se incita a que las mujeres dejen de dar pecho y una vez que se termina la ayuda esas familias deben de buscar dinero para alimentar a sus bebés, cuando a leche materna es gratuita. Es, en definitiva, un regalo envenenado).
—Grietas, pezón doloroso, ingurgitación mamaria, mastitis, sensación de poca leche o de que el bebé se queda con hambre son otros de los factores que hacen que una mujer se plantee el abandono de la lactancia. Sin embargo, quiero recalcar que todo tiene solución, es fundamental que la mujer se sienta asesorada, acompañada, apoyada, informada (que no presionada) en una de las decisiones más importantes para ella en la crianza de su bebé. Una parte del éxito de esa lactancia es que acuda a centros o profesionales que asesoren, grupos de apoyo…
Lo que favorece la lactancia
Los factores que podemos decir que protegen en relación a la lactancia materna son los siguientes:
—Haber decidido con anterioridad al parto dar lactancia materna
—Haber recibido información sobre lactancia materna por parte de sanitarios durante la gestación.
—Tener una mayor edad.
—Ser universitaria. Está demostrado que las mujeres con mayor formación se informan mucho más y la tendencia en los últimos años ha cambiado siendo ahora las de mayor formación las que tienen mayor predisposición a dar el pecho.
—Haber transcurrido poco tiempo desde el parto hasta la primera puesta al pecho.
—No haber dado biberón los primeros días y tener un parto eutócico.
—Acudir a grupos de lactancia.