La leche materna es sin lugar a dudas el mejor alimento para los bebés, es por esto que si quieres que tu hijo se desarrolle normalmente debes amamantarlo, hoy te contaremos algunos mitos de la lactancia.
Hay que dejar de amamantar si la leche tiene una consistencia acuosa
Muchas veces sucede que la leche tiene un aspecto más acuoso. Por ejemplo al inicio de una sesión de amamantamiento la leche es más acuosa porque tiene menos grasas. Esto se debe a que esta leche está diseñada para aplacar la sed de tu hijo, por lo que es rica en agua y azúcares.
A medida que el bebé continúa succionando, la leche empieza a aumentar su cantidad de grasas para satisfacer las necesidades nutricionales del bebé.
No cometas el error de comparar tu leche con la leche en polvo o de fórmula. Es obvio que la tuya parecerá más líquida porque es natural.
Para aumentar el suministro de leche hay que comer «ciertas cosas» y evitar los alimentos «fríos»
En algunas culturas de América Latina existen creencias que tienen que ver con un equilibrio entre el “calor” y el “frío”. Por ejemplo, el período después de dar a luz se considera una etapa caliente, por lo que la madre debe evitar los alimentos llamados “fríos”.
Aunque muchas de estas prácticas son medianamente innocuas, se corre el riesgo de que la madre elimine por completo algunos alimentos que le son necesarios para tener una dieta equilibrada.
Según algunas culturas las madres deberían evitar comer chocolate, porotos o ají, porque podrían disminuir su producción de leche. Aunque esto no es cierto, sí hay alimentos que pueden afectar a tu bebé ya que pasan a la leche materna. De hecho, hay algunos bebés que son sensibles al sabor que adquiere la leche cuando la madre come ajo o coliflor.
Si después de que comes alguno de estos alimentos notas algún malestar en tu hijo, evítalos por algunos días para ver si a tu hijo se siente mejor.
Generalmente se recomienda en el periodo de lactancia las hojas de higuera cocida, la leche con avena cocida o el maní. Pero no hay ningún estudio científico que demuestra sus beneficios en la producción de leche. Es más, si estás dando de mamar y comes en exceso, está el riesgo de que en vez de aumentar tu producción de leche aumentes tu peso y te será difícil perderlo después.
Lo que sí te ayudará a aumentar tu suministro de leche es dar de mamar con más frecuencia.
Si tu mamá tenía poca leche te sucederá lo mismo
En este caso los factores hereditarios no tienen una influencia. La cantidad de leche que producirás está determinada, salvo con la presencia de un problema médico, por la frecuencia en que le des de mamar a tu hijo. Mientras más leche tome tu bebé más leche producirá tu cuerpo.
Lo que le sucedió a algunas de nuestras madres es que pasaron por momentos difíciles cuando daban pecho y no obtuvieron la ayuda necesaria para superarlas. Por ejemplo, antes estaba la creencia que para que la madre descansara era mejor que no diera de mamar en la noche, pero esto producía una disminución en la producción de leche y como consecuencia de esto dejaban la lactancia antes de tiempo.
Si estás pasando por un momento complicado, busca la ayuda de un profesional, como una asesora de lactancia. Generalmente en las clínicas hay un especialista o una enfermera que te puede asesorar con la lactancia de tu bebé.
Puedes del mismo modo consultar nuestra sección sobre lactancia, donde se amplían temas sobre cómo superar obstáculos comunes como la mastitis, dolor a los pezones o senos hinchados. Así como consejos nutricionales en este periodo de lactancia.
Si estás amamantando no te puedes teñir el pelo
Éste es otro mito más, según la enfermera matrona de la Pontificia Universidad Católica, Blanca Ossa, no hay ningún problema en teñirse el pelo durante el período en el que aún se le está dando pecho al bebé.