La Organización Mundial para la Salud y múltiples estudios han corroborado la importancia que tiene la lactancia materna en el desarrollo integral del bebé, además no solo potencia su bienestar, sino también fortalece el vínculo madre-hijo.
Sin embargo, es decisión de cada mujer elegir qué es lo mejor para su bebé y cómo alimentarlo; existan o no complicaciones de salud que puedan impedir realizar el amamantamiento.
Independientemente de la decisión de la madre por la lactancia materna o lactancia artificial, queremos contarte sobre un reciente estudio que afirma que la leche materna minimiza el riesgo de presentar leucemia.
¿Cuáles son las posibilidades de sufrir leucemia infantil?
Hemos quedado maravilladas al descubrir que la Universidad de Haifa mediante una investigación realzada entre 1960 y 2014 determinó que el riesgo de sufrir leucemia infantil se reduce hasta en un 19%.
Para dar con dicho resultado, se observaron 18 estudios que fueron llevados a cabo paulatinamente durante casi 55 años, concluyendo que «comparando los bebés que habían lactado más de 6 meses tenían entre un 17 y un 19% menos de riesgo de padecer leucemia infantil que aquellos que tan solo habían lactado medio año.»
También concluyeron que los datos fueron similares en un 16% cuando se administraban datos de países desarrollados, asimismo, indicaron que los beneficios de la lactancia materna era en los casos de leucemia aguda linfática y no mieloide.
¿Cómo reduce el riesgo de leucemia la lactancia materna?
Destacaron los autores del estudio realizado que aquellos bebés alimentados a través de leche materna suelen poseer mayor cantidad de anticuerpos y células Natural Killer, un tipo de leucocito que es una defensa natural contra: bacterias, virus, tumores.
Esto permite que los bebés que son amamantados o alimentados con leche materna tengan un sistema inmunológico más desarrollado, además contribuyen todas aquellas miles de millones de células madres que el lactante recibe mediante la leche.
Cada vez son más los beneficios que otorga la lactancia materna en nuestros niños, por lo que, si no existe ninguna contraindicación, es la mejor opción para alimentar al bebé.
