La migraña mientras amamantas

Madre amamantando

Tienes un bebé que se alimenta con la lactancia materna y sufres de migraña, esto te puede resultar molesto sobre todo para vivir la rutina diaria; es verdad que las migrañas son parte del día a día de algunos, pero en ciertas condiciones nos puede impedir por horas o días el desenvolvernos con normalidad, arruinando nuestra manera de comportarnos y de disfrutar momentos en familia.

Hay varios factores que detonan estos episodios de migraña, como por ejemplo no dormir bien, agarrar disgustos, hasta llorar; es cuando acudes a los medicamentos, a ponerte en la frente algo frío, o tratar de dormir en un lugar silencioso y obscuro.

Claro está, ya sabes bien qué hacer para salir de este malestar, pero ¿qué sucede si esto te ocurre cuando tienes un bebé pequeño que necesita atención y toma leche materna?

El amamantar puede prevenir la aparición de la migraña durante el posparto, y estudios han demostrado que el 100% de las madres que no amamantan padecen este malestar en el primer mes luego de tener a su bebé, en comparación con el 43% de las mujeres que sí amamantan.

Puede que seas una de las afortunadas que gracias a las hormonas del embarazo llegaste a no padecer la migraña, mientras estuviste en gestación y aún luego de tener a tu bebé; pero en cualquiera de los casos, también llega el tiempo donde vuelves a los episodios de migraña aunque amamantes a tu pequeño.

A razón de esto, piensas que tendrás que destetar a tu bebé, porque mientras lo alimentes con la lactancia materna no puedes medicarte o solo tomar paracetamol, tratamiento que no hace efecto para las mujeres que sufren este padecimiento.

Con la migraña ¿qué hacer?

  • Sea la cual sea tu circunstancia, es importante que busques la ayuda de especialistas para que te sugieran algún medicamento que sí actúe con tu migraña, puesto que existen analgésicos que luego de determinado momento son causantes de “migrañas de rebote”.
  • Sería buena idea el que le pidas apoyo a quien pueda asistirte con tus hijos, por lo menos mientras duermes un rato, para aliviar la molestia o intentando que el dolor ceda.
  • Siempre que te mediquen, chequea que este tratamiento sea compatible con la lactancia materna; si hay nuevos métodos, no olvides consultarlo con tu médico.

Ten presente que la migraña es una enfermedad que puede controlarse, y si estamos atentas a lo que nos la provoca para evitar que nos dé, estaremos en condiciones de amamantar y vivir una hermosa experiencia junto a nuestra familia.

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