El apego materno es aquel que se genera luego del parto y que permite garantizar un desarrollo emocional adecuado del niño. La importancia del apego radica en cuánto amor recibe el bebé durante sus primeros dos años de vida, tiempo en que se desarrolla su seguridad emocional.
Al nacer, los niños y niñas no sólo necesitan una buena atención médica, sino que también requieren del afecto y contacto necesario con su madre desde el primer momento, el neonatólogo Hugo Muñoz, nos explica este tema y el rol fundamental que juega en él la lactancia materna exclusiva.
El apego seguro
Comienza con un parto tranquilo, donde la madre recibe el apoyo afectivo adecuado. De este modo, “el apego se inicia en el momento del postparto; al igual que en los animales”, precisa el médico. En esa misma analogía, el especialista aclara que “si la gata no está con sus gatitos, se mueren, si la perrita no está con sus perritos, sucede igual; de hecho, en caso que a alguien se le ocurra quitarle los cachorritos y no darle a la madre la oportunidad de criarlos, puede producirse cualquier desastre”.
«La importancia del apego materno en el desarrollo del niño es innegable, en el Reino Animal, la madre deja a sus crías sólo cuando está biológicamente programada para ello, de lo contrario, puede provocarles un daño con consecuencias fatales en su futura inserción en la comunidad. Lo mismo sucedería con los seres humanos, aunque con la profesionalización de la mujer, la crianza se habría traspasado a las salas cunas o nanas, fomentando con ello el abandono de la lactancia», dice Muñoz.
La influencia positiva del apego materno fue estudiada en Estados Unidos durante los años noventa, por toda una escuela neurofisiológica que quiso descubrir las actitudes de las madres con sus pequeños, las que muchas veces son inconcientes, aunque muy favorables. En ese sentido, se dieron cuenta que el contacto físico con los bebés, contribuía a madurar “el sistema subcortical del cerebro de manera armónica (…) esta parte es la de las emociones, o sea, lo que hace la mamá es desarrollar la inteligencia emocional de los niños”, explica el especialista.