A partir de los primeros tres o cuatro días de vida del recién nacido, la cantidad de comidas variará entre unas ocho y quince veces al día, lo que responde a un proceso de adaptación tanto de la madre como del bebé.
Muchas mamás desconocen que la leche tarda en digerirse alrededor de 2 horas, razón por la que pueden notar que el pequeño no se encuentra saciado y eso hace que se pregunten: ¿Mi bebé está hambriento?
El peso, un aspecto importante
La manera en la cual la mamá puede darse cuenta si su hijo está recibiendo o no la cantidad de leche que necesita es acudiendo al médico. Los recién nacidos tienden a disminuir entre un 5 y un 9% de su peso primero, no obstante, lo recuperan alrededor de las 2 semanas de vida.
Claves que determinan una buena salud
- El niño se alimenta cada 2 o 3 horas por lo menos 8 veces diarias, durante sus 2 o 3 primeras semanas de vida.
- En el primer mes el niño defeca 3 veces diarias y su excremento posee un aspecto amarillento-mostaza. Una vez transcurrido el primer mes ya no defecará tan seguido.
- Puede ensuciar hasta 8 pañales de tela diarios, hasta 6 desechables.
- Con los pañales desechables ocurre que, en ocasiones, la mamá no puede distinguir muy fácilmente si están húmedos. Si no tiene la seguridad, entonces, mejor será quitarle uno y comparar el peso del niño con uno seco.
- La mamá logra escuchar a su pequeño, cuando toma pecho (traga) en un lugar tranquilo. Siente sus senos más blandos una vez que da de amamantar.
Cómo saber si el niño está tomando suficiente leche
Síntomas de una insuficiente ingesta de leche:
- El niño ha disminuido su peso en más de un 10 por ciento, respecto del peso con el cual nació en sus primeros 5 días.
- Es muy extraño que la mamá lo oiga tragar.
- No siente sus senos más blandos una vez que amamanta.
- El pequeño se muestra inquieto o medio somnoliento, durante la mayoría del tiempo.
- El niño presenta agujeritos en las mejillas o hace sonidos de tipo chasqueante, cuando está mamando.
- No ensucia más de 6 pañales a razón de 24 horas, luego del quinto día de nacido.
- El niño no defeca ni siquiera una vez diaria o su excremento es de tamaño pequeño y oscuro, ya transcurrido el quinto día de nacido.
- Si la mamá se percata de alguno de estos síntomas, entonces, es muy aconsejable que hable con el pediatra.