Amamantar con mastitis

Amamantar con mastitis

La mastitis es una inflamación dolorosa de la glándula mamaria que puede ocurrir cuando se está amamantando. Se produce por la obstrucción de los conductos de la leche, lo que puede llevar a una infección bacteriana. 

La mastitis puede ser difícil de tratar y puede afectar la capacidad de la madre para amamantar a su bebé. En este artículo, compartiremos algunos consejos médicos para ayudar a las mujeres que sufren de mastitis a amamantar de manera más cómoda y eficiente.

Identificar los síntomas de la mastitis

La mastitis se caracteriza por síntomas como enrojecimiento, hinchazón, sensibilidad y dolor en una o ambas mamas, fiebre, escalofríos y fatiga. 

Es importante identificar estos síntomas lo antes posible para poder tratar la mastitis de manera efectiva y prevenir complicaciones. Si experimentas alguno de estos síntomas, es fundamental que consultes a tu médico de inmediato.

Vaciar el pecho de manera efectiva

Uno de los principales consejos médicos para las mujeres con mastitis es vaciar el pecho de manera efectiva y regular. 

Esto puede ayudar a aliviar la obstrucción de los conductos de la leche y prevenir la acumulación de leche en los senos. Se recomienda amamantar con frecuencia y asegurarse de que el bebé esté bien posicionado para favorecer un vaciado efectivo del pecho.

Aplicar calor y masajes

Aplicar calor en el área afectada y masajear suavemente el pecho puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación causados por la mastitis. 

El calor puede ayudar a dilatar los conductos de la leche obstruidos, mientras que los masajes pueden ayudar a liberar la acumulación de leche y aliviar la presión en los senos. Se recomienda aplicar compresas tibias en el pecho antes de amamantar y masajear suavemente el pecho durante la lactancia.

Descansar y cuidar la alimentación

Es fundamental que las mujeres con mastitis descansen lo suficiente para permitir que el cuerpo se recupere. Se recomienda dormir lo necesario y evitar el estrés y la sobrecarga de actividades. 

Además, seguir una dieta equilibrada y rica en alimentos nutritivos puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir infecciones. Es importante consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras.

Consultar a un médico

Si experimentas síntomas de mastitis, es importante que consultes a un médico lo antes posible. El médico podrá evaluar tu situación y recomendarte el tratamiento adecuado. 

En algunos casos, puede ser necesario recetar medicamentos, como antibióticos, para tratar la infección bacteriana causante de la mastitis. También es importante seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento prescrito para prevenir la recurrencia de la mastitis.

Usar extractores de leche

En casos de mastitis severa, puede ser útil utilizar extractores de leche para vaciar el pecho de manera eficiente. Los extractores de leche pueden ayudar a aliviar la presión en los senos y prevenir la acumulación de leche. 

Se recomienda seguir las instrucciones del fabricante para usar el extractor de leche de manera segura y efectiva. También es importante mantener el extractor de leche limpio y desinfectado para prevenir infecciones.

Mantener una buena higiene

Para prevenir la mastitis y evitar complicaciones, es fundamental mantener una buena higiene en los senos y en el área de la lactancia. Se recomienda lavar los senos con agua tibia y jabón suave antes y después de amamantar. 

También es importante cambiar los protectores de lactancia con regularidad y asegurarse de que el sujetador de lactancia esté limpio y seco. Evitar el uso de cremas o lociones en los senos que puedan obstruir los conductos de la leche.

Utilizar compresas frías

Aplicar compresas frías en el área afectada puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor causado por la mastitis. Se recomienda envolver una bolsa de hielo en un paño limpio y aplicarla en el pecho durante unos 15-20 minutos varias veces al día. 

Las compresas frías pueden ayudar a aliviar el malestar y la hinchazón en los senos y mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada.

Evitar el uso de sostenes ajustados

El uso de sostenes ajustados puede dificultar el flujo de la leche y aumentar el riesgo de obstrucción de los conductos de la leche. Se recomienda utilizar sostenes de lactancia cómodos y de tamaño adecuado que permitan el flujo libre de la leche. 

También es importante evitar los sostenes con aros que puedan ejercer presión en los senos y causar molestias. Optar por sostenes de algodón suaves y transpirables puede ayudar a prevenir la mastitis y promover una lactancia más cómoda.

Mantener una buena postura al amamantar

Para prevenir la obstrucción de los conductos de la leche y facilitar el vaciado efectivo del pecho, es importante mantener una buena postura al amamantar. Se recomienda sentarse erguida y apoyar la espalda en una silla cómoda con apoyabrazos. 

Colocar al bebé cerca del pecho y asegurarse de que esté bien posicionado para favorecer un buen agarre y succión. También es importante cambiar de posición con frecuencia durante la lactancia para evitar la acumulación de leche en una sola zona de la mama.


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