Recomendamos consultar a tu pediatra para discutir cualquier inquietud con respecto a posibles alergias alimentarias. Si bien es probable que puedas controlar la mayoría de las alergias alimentarias en tu bebé amamantado cambiando tu dieta, hay algunos casos en los que puede ser necesario usar una fórmula hipoalergénica.
También puedes beneficiarte de la atención de un dietista registrado mientras sigues una dieta de eliminación. Los alimentos como la leche, la soya y el maíz pueden esconderse en todo tipo de lugares molestos, y un dietista registrado puede ayudarte a asegurarte de que hayas eliminado a todos los delincuentes potenciales de tu plato.
Evaluar la ingesta
Él o ella también pueden evaluar tu ingesta y hacer recomendaciones para ayudarte a evitar que te vuelvas deficiente en nutrientes ahora que has cambiado tu dieta habitual. Y pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos de lactancia materna mientras los mantiene a ti y a tu bebé felices y saludables.
Es posible que hayas escuchado que comer alimentos que le producen gases también causará problemas gastrointestinales para tu bebé, o que comer alimentos como la cebolla, el ajo y las verduras crucíferas causará cólico. Si bien no hay datos significativos para respaldar dicha asociación, hay algunos estudios pequeños que indican que las madres notaron que ciertos alimentos hicieron que sus bebés se pusieran más inquietos de lo habitual.
Reacción a otros alimentos
Algunas madres notan reacciones menores a otros alimentos en su dieta. Algunos bebés lloran, se preocupan o incluso se alimentan con más frecuencia después de que su madre ha comido alimentos picantes o «gaseosos» (como el repollo). Estas reacciones difieren de las alergias en que causan síntomas menos graves (sin erupciones o respiración anormal) y casi siempre duran menos de veinticuatro horas.
Si tu bebé reacciona negativamente cada vez que comes un determinado tipo de alimento y le resulta preocupante, puedes evitar ese alimento en particular temporalmente. Si estos síntomas continúan diariamente y duran largos períodos, pueden indicar cólicos en lugar de sensibilidad a los alimentos. Habla con tu pediatra sobre esta posibilidad, si eliminar varios alimentos no tiene ningún efecto sobre los síntomas de tu hijo.
Una nota final
Si bien se necesita más investigación, algunos estudios han indicado que la lactancia materna exclusiva durante al menos cuatro meses puede ayudar a reducir el riesgo y la gravedad de las alergias alimentarias, incluso en familias con antecedentes de ellas.
Entonces, si tu pequeño muestra una intolerancia o alergia temprana, debes saber que puede resolverse por sí solo antes de que cumpla un año y que la lactancia materna continua puede ayudar a protegerlo contra las alergias más adelante.
