El muñón del cordón umbilical

El muñón del cordón umbilical

Un momento mágico durante el parto: después de que nace el bebé, se corta el cordón umbilical que te ha conectado a ti y a tu recién nacido durante tantos meses. Lo que queda es el muñón del ombligo, que se seca con el tiempo y finalmente se cae. Este pedacito de piel se llama muñón del cordón umbilical y necesita un cuidado especial.

¿Qué es el muñón umbilical y cuándo se cae?

El cordón umbilical le proporciona a tu bebé nutrientes importantes y oxígeno en el útero. Después de que nace tu hijo, el cordón umbilical se ata y se corta con una pinza umbilical. La mamita y el bebé no sienten nada porque no hay nervios en el cordón umbilical.

Una vez que el ombligo haya dejado de sangrar y se haya secado, se puede retirar la pinza. Esto suele ocurrir dentro de las primeras 24 a 48 horas. Queda un pequeño muñón que se seca, se encoge y se endurece. Su color cambia de amarillo a marrón-negro.

El muñón del cordón umbilical

Generalmente debe caerse después de diez días. Si tu  bebé tarda mucho más, ponte en contacto con tu pediatra o matrona. En algunos casos, esto podría ser un signo de infección o de un trastorno del sistema inmunitario.

Después de que el muñón se cae, la piel subyacente debe curarse en el mejor de los casos. Sin embargo, a veces puede sentirse un poco áspero o sale un poco de líquido. Simplemente mantén el ombligo de tu bebé seco y limpio. Entonces la piel pronto debería haberse regenerado por completo. 

 Cuidar el ombligo de tu bebé

Hoy en día, el muñón umbilical rara vez se trata con una compresa o malla umbilical. Uno prefiere el llamado cuidado del ombligo abierto, en el que se expone el muñón. Lo más importante es mantener limpia y seca la zona del ombligo de tu pequeño.

Cuidado del ombligo inmediatamente después del nacimiento

Desde el primer día de vida, debes dar especial importancia al cuidado del ombligo de tu bebé. Te en cuenta lo siguiente:

  • Lávate las manos. El muñón umbilical es una herida en cicatrización que teóricamente puede infectarse. Antes de limpiar su ombligo, siempre debes lavarte bien las manos para evitar la contaminación.
  • No se necesitan productos de cuidado. En realidad no tienes que usar desinfectantes, tinturas o polvos para el cuidado del ombligo. Si son necesarias medidas especiales, tu matrona lo discutirá contigo y te aconsejará sobre un remedio adecuado.
  • Mantén el muñón umbilical limpio y seco. Se recomienda dejar secar el ombligo al aire si es posible y no mojarlo con agua, ungüentos o similares.

Supervisa el muñón pero no lo remuevas

Suele ser suficiente con limpiar la zona del ombligo de un recién nacido una vez al día. Sin embargo, no está de más mirar el muñón umbilical con más frecuencia, por ejemplo, cada vez que cambia pañales. 

Si se han acumulado heces o suciedad allí, es mejor limpiarlo inmediatamente. No eches una mano. No intentes desalojar el muñón umbilical con los dedos tirando. Se caerá por sí solo sin tu intervención.


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