Cuidado umbilical después de que se haya caído el muñón umbilical

muñón umbilical

Si el muñón umbilical se cae, es posible que encuentres algunas gotas de sangre en el sitio. Esto es perfectamente normal y no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si no son solo unas pocas gotas y está sangrando más, consulta a tu médico para estar seguro.

El ombligo de cada bebé se ve diferente luego de la caída del muñón umbilical

Algunos bebés tienen un ombligo protuberante y otros no. No intente cubrir el área del ombligo con monedas, vendas o vendajes para cambiar la apariencia del ombligo. Esto no funciona y solo conduce a una irritación adicional.

Lo que debes tener en cuenta al cambiar pañales

Especialmente con el primer hijo, los nuevos padres todavía no están seguros de cómo cambiar un pañal correctamente. De hecho, debes tener mucho cuidado desde el principio. Además de cuidar el ombligo en sí, debes intentar evitar que los pañales rocen el ombligo

Cambiar el pañal es una buena manera de cuidar el ombligo

Siempre que los restos del cordón umbilical aún no se hayan caído, lo mejor es doblar un poco hacia abajo la parte superior del pañal. Esto evita, por un lado, que la banda del pañal roce el muñón umbilical y, por otro lado, evita que la orina contamine esta zona tan sensible.

¡Hora del baño y cuidado del ombligo!

Sin duda, pronto podrás disfrutar del primer baño de bebé «real» junto con tu pequeño amor. Sin embargo, siempre que tu recién nacido no haya perdido el muñón umbilical, lo mejor es lavarlo brevemente con una toallita o una esponja.

Esto no es necesario todos los días; dos o tres veces por semana suele ser suficiente

  • Un cuenco de agua tibia
  • Una toallita o esponja
  • Si es necesario, un bastoncillo de algodón para el cuidado del ombligo
  • Una toalla esponjosa
  • Un pañal fresco
  • Cambio de ropa si es necesario

Coloca a tu  bebé sobre una superficie plana y acolchada, como el cambiador en la mesa para cambiar pañales o extiende una toalla suave en el piso. Ten todo lo que necesitas a mano. Nunca dejes a tu bebé desatendido en el cambiador y mantén siempre una mano sobre el niño.

Lo mejor es cubrir el cuerpo de tu bebé con una toalla o usar una lámpara de calor en todo momento para evitar que se enfríe. Solo expón las partes del cuerpo que deseas lavar.

Por lo general, se comienza con la cara y se termina con el ano. No olvides los pliegues de piel en el cuello, las orejas y los genitales. La piel alrededor de la zona del muñón se puede limpiar con un algodón húmedo, teniendo cuidado de no mojar el muñón.

El muñón umbilical y posibles complicaciones

En primer lugar, debes saber que: es muy poco probable que el ombligo de los bebés se inflame. Sin embargo, siempre debes tener mucho cuidado al cuidar su ombligo.

Reconocer señales de alarma

Revisa el área del ombligo con regularidad. Debes buscar atención médica si observas alguno de los siguientes:

  • Está sangrando por el ombligo.
  • Tu recién nacido llora si tocas el muñón mientras amamanta.
  • Sale pus amarillento y maloliente del ombligo.
  • El área alrededor del ombligo está roja e hinchada sin motivo aparente.

El enrojecimiento de la piel también puede ocurrir cuando el muñón umbilical seco irrita la piel circundante. Para saber por qué la piel está irritada, desliza suavemente el muñón lejos del área roja y vuelve a revisar después de 30 a 60 minutos.


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