Que un compañerito del colegio o un amiguito de tu hijo haya comenzado a dejar el pañal antes de los 2 años no quiere decir necesariamente que tu pequeño también esté preparado para hacerlo; es por ello que te mostramos cómo ayudarlo en esta etapa de su crecimiento sin que se sienta presionado.
A veces caemos en el error de comparar, por eso es bueno tener en cuenta siempre que cada niño tiene su tiempo, su propia maduración tanto física como psíquica y no debemos forzarlos a una situación a la que no estén preparados porque le podemos causar una frustración innecesaria para su vida.
¿Cuándo comenzar?
El psicólogo infanto-juvenil de la Universidad Gabriela Mistral, Ariel Garay Aravena, afirma que “no hay una edad específica en la cual se le deban empezar a sacar los pañales y que comience a ir al baño solo. Esto tiene que ver con la capacidad de control de esfínteres y puede variar de un menor a otro”.
En ocasiones somos los propios padres quienes necesitamos, ya hartos de cambiar pañales, que ellos sean más independientes.
La idea es que los bebés dejen los pañales de una forma muy natural. Por ejemplo, muchas veces esto ocurre cuando ven que algunos de sus amigos del jardín van solos al baño y empiezan a pedir usar ropa interior y no más pañales.
Elegir un buen momento para dejar el pañal
Una buena oportunidad para ir retirando el pañal de nuestros hijos puede ser por las tardes cuando los padres llegamos a la casa de vuelta del trabajo, podemos retirárselo y así lograr que el bebé use pañal únicamente para dormir siesta y por las noches.
Como es normal en estos casos, todavía algún pipí se le va a escapar, sobretodo cuando esté distraído o concentrado en sus juegos o jugando con otros niños.
Muchas veces quitar los pañales a nuestros niños es más fácil de lo que los padres suponemos, por lo que no vale la pena agobiarnos más de la cuenta pretendiendo forzar situaciones.
Lo mejor en estos casos es entender a nuestro pequeño y saber interpretar cuál es el momento adecuado. Sin embargo, existen algunas características en los niños que ayudan a detectar si es el momento adecuado para sacar los pañales:
- Que tenga una mínima capacidad de autonomía
- Que se desplace
- Que hable para poder expresar que necesita hacer pipí.
- Que sea capaz de bajarse los pantalones.
- Defecación normal y adecuado tránsito intestinal.
Verano: La época ideal para dejar el pañal
Muchos papás aprovechan la llegada del calor del verano para que su pequeño hijo intente controlar los esfínteres tanto al hacer pipí como popó y así poco a poco sacarles los pañales.
Para esta linda tarea el verano es la estación del año ideal. No sólo por un tema de comodidad ya que algunos miembros de la familia pueden tener más tiempo libre, sino que el clima se convierte en nuestro aliado.
Por ejemplo, al momento de correr al baño, hay menos ropa que quitarse y ganamos tiempo, si se moja no está el riesgo de enfriarse y resfriarse.
Si tu hijo sufre un accidente es menos la ropa que se le debe cambiar con lo que se ahorra tiempo y energías, además de dinero porque hay menos ropa que lavar.
Debemos estar claros
Como ya hemos dicho, es muy fácil caer en el error de comparar entre nuestros hijos y los de otros. Que otro niñito del jardín infantil o el hijo de una amiga hayan podido dejar el pañal antes de cumplir los dos años no quiere decir que tu bebé esté preparado también para dejarlo a esa edad, y es absolutamente normal.
Todos pensamos que como el pequeño ya creció, llegó el momento de enseñarle a hacer pipí como un niño grande. Lo importante siempre será determinar como padres cuándo es el momento preciso y apoyarlo en esta nueva etapa.
Cuando el pequeño comience a ir solito al baño, será motivo de celebración, pero sabemos que no es fácil. Y es por eso que el rol que tenemos como padres es clave, ya que nuestra actitud y disposición puede hacer que la aventura sea menos complicada y estresante para el bebé.
Del pañal al WC
Para nuestro hijo siempre será difícil enfrentarse al inodoro, especialmente si todos estamos atentos a lo que hace.
En algunos casos, puede que como padres lo reprendamos o no entendamos su temor. El psicólogo Ariel Garay Aravena, asegura que “no es recomendable castigarlo o retarlo, porque al no lograrlo puede sentirse inseguro y ansioso, y perpetuar que el niño se siga haciendo”.
El experto señala que siempre debe existir apoyo por parte de la familia, que tendrá que guiar al niño y hacerlo sentir lo más cómodo posible y confiado en sí mismo.
Algunos padres siguen varias recomendaciones para lograr este gran paso de dejar el pañal y pasar al WC
Incentivarlo para que logre la meta
Se puede premiar (no sobrepremiar) al niño por haber hecho pipí en el baño o recibir pequeñas recompensas.
«Lo principal es que los padres demostremos lo feliz que nos sentimos al ver que nuestro hijo se comporta como un niño grande que sabe ir al baño», así lo explica el experto.
“Es bueno que sienta que esto es algo importante, por ejemplo, transmitiéndoselo al resto de la familia, comentándolo con parientes. En algunas ocasiones es conveniente sentarlo y acompañarlo por unos breves minutos en el baño, incluso aunque no haga, con el objetivo de crearle un hábito”, afirma Ariel Garay.
En oportunidades, cuando se carece de motivación, esta experiencia se transforma en algo negativo, sobre todo en la época en que el niño presenta oposición a ciertas cosas, más si lo están presionando a una acción que tal vez él no quiera realizar.
Ya no tiene pañales y se sigue haciendo
Como el menor está madurando, esta situación es normal. Se recomienda que los padres seamos pacientes y entendamos el proceso de desarrollo del niño.
No todos los pequeños reaccionan igual, por lo tanto, las razones pueden pasar por falta de maduración o factores hereditarios que hacen que el este demore más de lo esperado por sus padres.
“Algunos papás quieren que aprendan esta función en forma inmediata o muy rápido, pero el aprendizaje de ésta puede llevar bastante tiempo sin ser algo anormal”, explica el psicólogo infanto-juvenil.
Si este escenario continúa y el niño es mayor de 5 o 6 años, podría tratarse de una enuresis, enfermedad que impide el control de esfínteres. Si es el caso, lo mejor es consultar con un especialista para determinar las causas, que pueden ser emocionales, conductuales y/o madurativas.
Lo fundamental es comprender que el niño pasa por una nueva etapa en su vida y como tal hay que saber entenderlo. Sólo se debe tener paciencia y esperar que su propio desarrollo diga cuándo es el instante preciso.