- El cepillado dental es una de las principales acciones para evitar la aparición de enfermedades como la caries y conservar dientes sanos.
- Hacer de esta rutina un hábito familiar y que parezca un juego son algunas de las claves para hacer de este hábito algo lúdico y entretenido, y no una tarea difícil de llevar.
Muchos padres piensan que los dientes de leche de sus hijos, al no ser definitivos, no requieren el mismo cuidado que las piezas que serán permanentes. Sin embargo, los también denominados dientes primarios cumplen un rol fundamental en el desarrollo bucal de los niños, por lo que es necesario promover la formación de buenos hábitos de higiene bucal para controlar enfermedades bucales tan comunes, como caries y gingivitis.
En ese sentido, “el cepillado dental es el primer paso para conseguir dientes sanos hasta la adultez, ya que enseñando a nuestros hijos rutinas de limpieza desde pequeños les estamos entregando beneficios para toda la vida”, dice la Dra. Neide Thome, odontopediatra de Clínica Diente de Leche, quien enfatiza que “un diente limpio no se enferma”.
Todos sabemos que no es tarea fácil que los niños aprendan una lección, pero si lo hacemos de manera lúdica y entretenida y con amor, podemos despertar interés en ellos. Por ello, la doctora Thome entrega cinco consejos para ayudar a los padres a incentivar el cepillado de dientes en los más pequeños del hogar:
- Elige un cepillo de colores llamativos y/o con figuras animadas. Procura que el cabezal sea pequeño, con cerdas suaves y de mango recto.
- Haz del cepillado una rutina familiar: lava tus dientes junto con tu hijo para que éste observe tus movimientos; a muchos niños les gusta imitar a sus mayores como modelo.
- Inventa un juego frente al espejo: Comienza haciendo muecas, abriendo la boca y sacando la legua, y de a poco introduce el cepillo para limpiar los dientes. También puedes hacer que primero el niño se cepille y luego supervisar de manera lúdica la efectividad de éste, por ejemplo, utilizando un muñeco que se cepille y así, sea más divertido.
- Incentiva con un premio: No se trata de sobornar a tu hijo, si no de felicitarlo cada vez que se lava los dientes con un sticker o estrellita en alguna parte de la casa para que se motive y quiera seguir haciéndolo diariamente.
- Escoge una canción: Cántela sólo al momento del cepillado para que tu hijo sepa que es la hora de hacerlo. Si empieza a ponerse inquieto en el proceso de lavado, canta hasta que se tranquilice.
Como recomendaciones generales, la especialista de Clínica Diente de Leche destaca que no se debe utilizar pasta de diente hasta los 2 años y a partir de esa edad, la pasta debe ser 500 ppm de flúor en una cantidad equivalente a la de un granito de arroz crudo. Asimismo, sostiene que el cepillado debe ser después de cada comida -al menos, dos veces al día-, pero el cepillado fundamental, que es el de la noche, debe ser realizado por una adulto antes de acostarse y, después de dicho cepillado, el niño no debe ingerir otro alimento.