Cambiar pañales no es complicado, pero sí debes tener en consideración algunas precauciones, como por ejemplo, ubicar en un lugar cómodo a tu bebé y asegurarte de que el pañal esté firme.
El cambio de muda y tener a tu hijo sequito es fundamental, para mantenerlo fuera de problemas de irritación o dermatitis.
Para comenzar, debes tener conocimiento que existe gran la variedad de pañales en el mercado, tanto en precio como en calidad. En este caso la decisión está en tus manos. También está la posibilidad de usar pañales de género, y a pesar de que la solución es más barata, las posibilidades de irritación en la piel de tu bebé son mayores.
Cuando ya tengas el pañal que consideres más adecuado, debes ubicar a tu bebé en un lugar cómodo, de superficie plana y ojalá acolchada, si no es así pon un pañal de género o mantita sobre la superficie, para no exponer al bebé a contraer infecciones.
Cómo mudar a un bebé
Saca los adhesivos del pañal, si es desechable, y voltéalos, para que así no toquen la piel de tu bebé. En ese momento no saques de inmediato el pañal. Fíjate si hay caquita, porque si es así, primero limpia de adelante hacia atrás con el propio pañal. Ten cuidado con no pasarle a llevar el pene si es niño, o labios de la vagina si es niña. Todo debe ser con suavidad y control.
Aún no has quitado completamente el pañal. Toma con una mano los tobillos de tu hijo y levanta sólo sus piernas hacia arriba. Levanta un poco su potito y dobla el pañal por la parte sucia bajos sus nalgas, de modo que la caquita no vuelva a tocar su piel.
En ese momento, toma una toallita húmeda o algodón con crema emulsionada, y limpia lo que queda. Fíjate en asear siempre de adelante hacia atrás, cuidando que no quede nada sucio, incluso entre los pliegues de su piel. De este modo, se evitará, sobre todo en las niñitas, que entren bacterias e infecciones en su vagina.
Levanta un poco más el potito de tu bebé y limpia hasta la parte baja de la espalda, en el caso de que esté sucia. Si es posible lavarlo bajo el chorro de una llave de agua sería fantástico, nada mejor que el agua en abundancia.
Para cambiar el pañal sucio, toma uno limpio, lo abres y pones la parte más grande apoyada atrás, con los adhesivos abiertos hacia ambos lados. Ahora, dobla la parte que sobra del pañal hacia arriba, a la altura de la guatita de tu hijo. En el caso de los varones, deja su pene apuntando hacia abajo, para que la orina no salga por arriba.
Asegúrate de que el pañal esté bien puesto, y no le haga daño a las piernas del bebé. En ese momento toma uno y después el otro adhesivo, y los pegas en ambos costados del pañal, de modo que quede firme, pero no aprietes la guatita de tu guagua.
Para el recién nacido, intenta que el pañal no tope con el cordón umbilical. Dóblalo hacia abajo si llegase a suceder, aunque en el mercado existen pañales especiales para estos casos.
Luego cierra el pañal sucio, utilizando las cintas adhesivas. Envuélvelo, échalo a una bolsa y bótalo a la basura. Ahora lávate las manos y viste a tu bebé.