Es importante que el bebé no se congele. Prepara una toalla tibia para limpiar a tu bebé que extenderás sobre el cambiador y envolverás a tu hijo. También es útil una lámpara de calor fijada al techo o a la pared o un calentador radiante.
Al instalar estos dispositivos para limpiar a tu bebé, asegúrate de observar la distancia a la mesa para cambiar pañales. El bebé no tiene que estar completamente desnudo desde el principio y siempre cubre solo la parte del cuerpo de tu hijo que se va a lavar.
Cómo limpiar a tu bebé
- Comienza con la cara y la cabeza, luego continúa hacia abajo por el torso. Si se lava «de arriba a abajo» de esta manera, los gérmenes y las bacterias de la parte inferior y del área del pañal no se propagan por todo el cuerpo.
- Primero, límpiate los ojos y la cara con un paño húmedo, prestando atención a los pliegues de la piel detrás de las orejas. Para limpiar los ojos, comienza en la esquina exterior del ojo y siempre limpia de afuera hacia adentro.
- Si es necesario para limpiar a tu bebé, usa una bola de algodón retorcida hasta la punta para limpiar la nariz y las orejas. Los bastoncillos de algodón no son adecuados porque pueden lesionar el tímpano y los pelos del canal auditivo, pero también la mucosa nasal.
- Para lavar el pecho, el estómago y la espalda, el jabón o la loción para bebés solo son necesarios para la suciedad más gruesa. Presta especial atención a los pliegues de la piel , límpialos bien y, sobre todo, sécalos con cuidado.
- Por último viene el área del pañal al momento de para limpiar a tu bebé. Enjuaga bien el área genital con agua clara y limpia y sécala. Para las niñas nota de adelante hacia atrás. El flujo vaginal blanco es completamente normal en las niñas. Con un niño debes tener cuidado de limpiar cuidadosamente todos los pliegues de la piel. Sin embargo, no tires hacia atrás el prepucio.
- Para limpiar los restos del ombligo (muñón del ombligo ), sigue las indicaciones de tu matrona o asesora de maternidad y paternidad.
- Si también deseas lavar el cabello de tu hijo, límpiale suavemente la cabeza con una esponja o una toallita humedecida con agua y un poco de champú para bebés. Lo mejor es sostener al bebé envuelto en una toalla con la cabeza sobre la bañera o un bol y enjuagar el champú. Para ello, colócalo sobre tu antebrazo y asegúrate de que su cabeza esté apoyada en tu palma. Sécate bien el pelo después, porque los bebés se congelan muy fácilmente en la cabeza.
- Finalmente, se lavan y secan las piernas y los pies y se le da al bebé pañales y ropa limpia.