Infecciones de Transmisión Sexual

mujer

La Organización Mundial de la Salud OMS) estima que más de 340 millones de casos nuevos de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) ocurren anualmente en el mundo. La clamidia es la causa más frecuente, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes. Hasta el 80% de los casos no presenta síntomas lo que facilita su propagación.

Experto: María Alexandra Calvo, gíneco-obstetra de Red Salud UC

La doctora María Alexandra Calvo, gíneco-obstetra de Red Salud UC, explica que el número de personas afectadas ha aumentado considerablemente en los últimos años, en parte atribuido a la liberación sexual de la población y al aumento cada vez mayor de adultos jóvenes sexualmente activos.

También ha influido el mejor conocimiento epidemiológico de estas afecciones, los progresos en los estudios microbiológicos así como también los avances y el desarrollo de nuevas tecnologías diagnósticas, que han permitido clarificar el compromiso, la extensión y las consecuencias de las ITS.

Se estima que en Estados Unidos al menos 12 millones de personas adquiere una ITS cada año y algunas autoridades estiman que más de 35% de las norteamericanas adquieren -al menos- una ITS al llegar a los 35 años de edad. “Las ITS se consideran como 1 de las enfermedades infecciosas de mayor incidencia y prevalencia a nivel mundial, y figuran en forma destacada entre el grupo de enfermedades denominadas emergentes y re-emergentes”, comenta la especialista.

En Chile, durante 2007, la tasa de mortalidad del VIH fue de 2,4 x 100.000 mil habitantes, “cifra que ha disminuido gradualmente gracias a la cobertura de terapia antirretroviral casi al 100% de pacientes infectados”, puntualiza la dra. Calvo.

ITS más comunes

La frecuencia y tipo de ITS guarda una relación directa con el número de parejas sexuales. Afectan mayormente a los solteros que viven solos, luego a los convivientes y finalmente a los casados.

“El grupo etario más afectado en los últimos años es el de los 20 a los 44 años. El punto más alto de notificación ocurre entre los 20 y los 29 años, se estabiliza entre los 40 y 34 y luego comienza a descender paulatinamente», explica la doctora Calvo. Al hacer el análisis por sexo, agrega, las infecciones se concentran algo más en mujeres, lo que probablemente se explica por el alto tamizaje de la población femenina en el embarazo y en los controles ginecológicos.

En nuestro país, a pesar de que las infecciones son muy variadas, las más comunes son la infección por virus del papiloma humano (como condiloma genital), seguida de sífilis, gonorrea y clamidia.

De todos los casos notificados, dice la especialista, el condiloma acuminado (verrugas genitales) y la sífilis en todas sus formas son los diagnósticos más frecuentes, que predominan en las regiones de Antofagasta, Tarapacá y Valparaíso y afectan de preferencia a las dueñas de casa y a estudiantes.

Calvo hace hincapié en que las ITS no deben analizarse como una patología aislada, debido a que la infección múltiple es frecuente y la presencia de una ITS denota alto riesgo de adquisición de otra infección, a veces de mayor importancia y trascendencia que la 1° diagnosticada.

¿Cómo reconocer los diferentes tipos de Infecciones de Transmisión Sexual?

  • Virus del Papiloma Humano (VPH): Por lo general, no da síntomas, pero algunas mujeres desarrollan en la zona vulvar una serie de verrugas, asintomáticas, únicas o múltiples que las obliga a consultar al ginecólogo. En otras ocasiones, el VPH ocasiona lesiones en el cuello del útero que pueden llegar a producir, finalmente, cáncer de cuello uterino.
  • Sífilis: Se trata de una enfermedad que, al principio, produce una lesión ulcerada no dolorosa que se acompaña de aumento de volumen de los ganglios inguinales y que de no ser tratada puede evolucionar a cualquiera de sus otros estadios y llegar a comprometer hasta el sistema nervioso central. Es una de las enfermedades infecciosas que también afecta al feto en caso de las mujeres embarazadas, los que nacen con sífilis congénita.
  • Gonorrea: También puede ser asintomática. En algunas mujeres se manifiesta como una “cervicitis” o inflamación del cuello del útero y que en sus formas más graves produce cuadros severos, con compromiso del estado general y daño en las trompas de Falopio, lo que compromete la fertilidad de la mujer.
  • Clamidia: También puede ser asintomática o presentarse con cuadros poco llamativos de vulvovaginitis o cervicitis. Pero también puede producir cuadros severos como una peritonitis pélvica. Se le considera hoy una de las principales causas infecciosas de daño de las trompas y de infertilidad femenina.
  • Hepatitis B: Comparte también otra vías de contagio además de la sexual y produce un cuadro inflamatorio del hígado de distinta duración y gravedad que puede llevar a la hepatitis fulminante, el desarrollo de la hepatitis crónica e incluso cáncer hepático y muerte. Es una infección que también se transmite en forma vertical al feto, al que puede traer gravísimas consecuencias y para la cual no existe tratamiento definitivo en la actualidad.
  • VIH-Sida: Se trata hoy en día de una enfermedad crónica de transmisión sexual, la que puede diagnosticarse con un simple examen de sangre. Algunos síntomas pueden ser muy generales, sin embargo es necesario consultar en una persona que aún no ha desarrollado síntomas así como también en pacientes que muestran síntomas muy generales como fatiga, fiebre, aumento de volumen de los ganglios linfáticos, pérdida de peso y el desarrollo de infecciones “oportunistas” por gérmenes poco comunes. Su adecuado manejo y tratamiento en la actualidad ha permitido reducir drásticamente el riesgo de transmisión de la madre al feto durante la gestación.

¿Cómo prevenir?

La única forma de prevenir es:

  • educando a las pacientes
  • informándoles de manera clara y sencilla la existencia de enfermedades que se transmiten con la actividad sexual
  • fomentando claramente el uso sistemático del preservativo.

La prevención y control de las ITS se basa en 5 conceptos principales:

  1. educación a la población con relación a las formas en que se reduce el riesgo de adquirir una ITS
  2. detección de pacientes asintomáticos
  3. diagnóstico y tratamiento efectivo en personas infectadas
  4. evaluación, tratamiento y consejo de la pareja sexual
  5. vacunación pre-exposición de las personas en riesgo de adquirir una ITS que sea prevenible por vacuna

Agrega que “hay que tener en cuenta que 1 de los problemas más importantes en estas infecciones es el alto porcentaje de portación asintomática del agente, lo que facilita la diseminación de la enfermedad, la ausencia del diagnóstico y -por tanto- de tratamiento, con las consecuencias y secuelas que ello conlleva, sin mencionar los altos costos tanto económicos como emocionales que esto genera para pacientes, sus familias y para el Estado”.

La dra. Calvo recalca que “todas aquellas personas con vida sexual activa que deseen realizarse exámenes para detectar ITS pueden solicitarlo a su médico”, asegura.


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