El útero es también conocido por algunas personas como matriz y es el órgano más grande e importante del aparato reproductor de la mujer, acá se desarrolla el bebé cuando la mujer está embarazada y es la que le permite llevar a cabo la gestación.
Si bien ya hemos hablado de las patologías que afectan los ovarios, es importante destacar aquellas enfermedades del útero.
Endometriosis: el endometrio es una mucosa pequeña que cubre el interior del útero y su función es alojar el óvulo que se fecundó, sin embargo, cuando la fecundación no se produce, esta es expulsada a través de la menstruación. Cuando esta mucosidad se encuentra fuera del útero entonces se produce lo que conocemos como endometriosis. Misma que incide directamente en la fertilidad de la mujer e incluso ocasionar esterilidad.
Cervicitis: es muy común en las mujeres y se debe a la inflación de aquellos tejidos que cubren el cuello uterino. Sus causas se deben a infecciones, algunas ocasionados por enfermedades de transmisión sexual, no obstante, también puede aparecer por alergias, un dispositivo mal colocado, relaciones sexuales fuertes. No presenta síntomas en la mayoría de las mujeres, mientras que en otras se efectúan sangrados, flujo vaginal anormal, dolor durante las relaciones sexuales e infección de urétra.
Prolapso uterino o hernia del suelo pélvico: se caracteriza por el deslizamiento de la matriz, resultando muy molesto, sus causas radican en el desgaste o debilitamiento de los músculos que sostiene el útero. Esta patología es frecuente en mujeres que han tenido varios partos.
Miomatosis uterina: se presenta a causa de los altos niveles de estrógenos en las mujeres, esta es la aparición de tumores benignos conocidos comúnmente como miomas.
Cáncer de cuello uterino o cérvix: se produce en la zona baja del útero, y los buenos hábitos como la dieta saludable puede ayudar a prevenirlos, asimismo, dejar el tabaco, y mantener relaciones sexuales con responsabilidad. Otro factor que influye en el diagnóstico de cáncer de cuello uterino, son los antecedentes familiares.
Lo ideal es acudir al ginecólogo y realizarse la citología por lo menos una vez por año, de esta manera se logrará prevenir o detectar a tiempo alguna enfermedad del útero.