Una consulta ginecológica o citología a tiempo ayuda a la detección y tratamiento oportuno de enfermedades asintomáticas, a la realización de exámenes preventivos de acuerdo a la edad y a instruir sobre síntomas de sospecha.
Experto: Dr. Enrique Oyarzún, gineco-obstetra en la Clínica Universidad de los Andes.
Todas la mujeres, sean adolescentes, vírgenes, con una vida sexual inactiva, incluso, las pre y post menopáusicas, deben visitar a su ginecólogo para ser examinadas periódicamente. En el caso de las mujeres vírgenes debieran tener al menos una consulta ginecológica para ser instruidas en los síntomas de sospecha y los exámenes preventivos a los que debiera someterse de acuerdo a su edad.
Una consulta ginecológica tiene los siguientes beneficios:
- Detectar en pacientes asintomáticas, enfermedades en estado inicial. Por ejemplo, es conveniente realizarse un PAP para descubrir cáncer de cuello uterino y displasias -crecimiento anormal de células en la superficie del cuello uterino- o cáncer, en una etapa temprana.
- En pacientes de alto riesgo, detección y tratamiento, de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
- Detección de enfermedades establecidas que pueden ser oligosintomáticas (asintomáticas) o cuyos síntomas no han preocupado a las pacientes.
- Como en general las mujeres en edad fértil no acostumbran visitar al médico, también se les puede descubrir enfermedades como: hipertensión, diabetes o enfermedades tiroideas.
En relación a la edad aconsejable para iniciar el control ginecológico, el doctor Enrique Oyarzún explica: “Desde el inicio de la vida sexual, el control ginecológico regular es imperativo. En niñas o adolescentes que no han iniciado su actividad sexual, es recomendable un control al inicio de los cambios puberales (entre los ocho y doce años), sobre todo en niñas que no tienen un control pediátrico regular. Aquellas que sí lo tienen, deberían ser derivadas por su pediatra si detecta alguna anormalidad en el desarrollo o una vez iniciados los ciclos menstruales. También se recomienda que las adolescentes tengan un control para resolver dudas sobre su desarrollo y sexualidad”.
Visita al ginecólogo en la adolescencia
Es necesario que las adolescentes se hagan un chequeo ginecológico para prevenir enfermedades o darles un tratamiento oportuno.
Algunos síntomas que deben motivar a una consulta son:
- Ausencia de menarquía (primera menstruación) a los 16 años de edad.
- Atraso menstrual mayor a dos meses.
- Menstruación con coágulos o que dura más de ocho días.
- Ciclo menstrual menor a 21 días.
- Menstruaciones que persisten irregulares pasado cuatro años post menarquía.
- Presencia de dolor durante la menstruación que no cede con analgésicos.
- Flujo menstrual de mal olor o acompañado de picazón en los genitales.
- Acné y/o hirsutismo (aumento de pelo facial o corporal) en contexto de ciclos menstruales irregulares.