El cáncer cervical se da por el crecimiento anormal de las células del cuello uterino de la mujer, el mismo se encuentra ubicado en la parte baja del útero o matriz y es quien conecta a la matriz con la vagina.
El cuello uterino se encuentra dividido por dos partes diferentes y presenta dos tipos de células, las endocérvix, que están recubiertas por células glandulares y las exocérvix o ectocérvix cubiertas por células escamosas. Estos tipos de células se encuentran en la zona de transformación, donde generalmente se produce el cáncer cervical.
La Organización Mundial para la Salud ha señalado en sus estadísticas que solo en el año 2018 «más de 72.000 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer cervicouterino y casi 34.000 fallecieron por esta enfermedad en la Región de las Américas. Las tasas de mortalidad son 3 veces más altas en América Latina y el Caribe que en Norteamérica, evidenciando enormes desigualdades en salud.»
Es importante destacar que el cáncer cervical se da lentamente y antes de ser diagnosticado como cáncer cervical, las células del cuello uterino pasan por cambios precancerosos que de no ser tratados a tiempo se convierten en cáncer.
Los términos más comunes usados por los especialistas para denominar estos cambios precancerosos son: displasia y neoplasia epitelial cervical (CIN).
¿Cuáles son las causas del cáncer cervical?
El cáncer cervical es causado principalmente por el virus de papiloma humano (VPH). Este virus es una enfermedad muy común que se contrae a través del contacto piel a piel entre dos personas mediante las relaciones sexuales tanto vaginal, como anal y oral.
Sin embargo, existen muchos tipos de VPH y no todos causan cáncer cervical, algunos simplemente producen verrugas genitales, otros cáncer cervical y algunos son inofensivos e incluso desaparecen por si solos. Por lo general los que producen cáncer cervical son denominados VPH de alto riesgo.
Pero además del VPH existen otros factores que causan cáncer cervical, los cuales son:
- Antecedentes personales de displasia cervical, vaginal o vulvar.
- No recibir la vacuna contra el VPH.
- Padecer de otras infecciones como la clamidia.
- Tener una madre que haya tomado el medicamente DES (dietilestilbestrol) durante su embarazo.
- Entre otros.
El cáncer cervical puede evitarse si se descubren a tiempo los cambios precancerosos y esto se logra si la mujer asiste regularmente a sus consultas ginecológicas y se realiza una citología vaginal.
Síntomas del cáncer cervical:
Al igual que en otros tipos de cáncer, en sus primeras etapas no presenta ningún síntoma pero cuando está avanzado se pueden evidenciar los siguientes:
- Flujo vaginal.
- Sangrado vaginal irregular fuera del periodo menstrual.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Y dolor pélvico.
Es importante acudir al especialista en caso de presentar estos síntomas, pues ellos también indican otro tipo de infección o enfermedad y es necesario que el médico evalúe el caso.
¿Cómo se diagnostica el cáncer cervical?
El cáncer cervical se diagnostica a través de la realización de la prueba Papanicolau de rutina, la cual consiste en tomar una muestra del cuello uterino por medio de un raspado y la misma se envía a un laboratorio donde es estudiada a través de un microscopio.
¿Cómo prevenir el cáncer cervical?
- Usar protección al tener relaciones sexuales para evitar el VPH.
- Acudir al médico regularmente para la realización de la prueba de Papanicolau y la del VPH.
- Evitar fumar.
- Y colocarse a tiempo la vacuna contra el VPH.