Antes de iniciar los procedimientos para combatir un cáncer, los médicos tratantes deben asesorar a sus pacientes para que tengan la opción de preservar su fertilidad a futuro y poder embarazarse pese al cáncer.
De Mama, vesícula y estómago son algunos de los principales tipos de cáncer que afectan a las mujeres en Chile. Este tipo de patologías graves son tratadas a través de procedimientos agresivos como quimio y radioterapia, cuyo efecto secundario frecuente, en el caso de mujeres en edad fértil, es la pérdida de la capacidad reproductiva debido a la destrucción de los tejidos productores de gametos como son los óvulos. Sin embargo, es posible embarazarse pese al cáncer, es por ello que los médicos tratantes deben tomar las precauciones necesarias antes de iniciar un tratamiento, para que así estas mujeres puedan ser madres a futuro con innovadores tratamientos que permiten que mujeres que sufren cáncer puedan tener hijos.
Para todos estos casos existe la vitrificación de óvulos, que permite preservar la fertilidad en pacientes oncológicas y les da la posibilidad de ser madres una vez que superan su enfermedad.Este tratamiento permite preservar la función reproductiva en aquellas pacientes que van a perder su función ovárica, y Clínica IVI es pionera en la aplicación de esta técnica en Europa. Ésta consiste en la inmersión directa de los óvulos en nitrógeno líquido, cuya temperatura es de -196º C, previo tratamiento de los mismos con sustancias crioprotectoras.
Para todas aquellas mujeres que ya han sido expuestas a estos tratamientos sin que hayan podido tomar las precauciones necesarias para preservar su capacidad reproductiva, existe la donación de óvulos. Este procedimiento también sirve en pacientes que tienen anomalías cromosómicas que sistemáticamente se transfieren a su descendencia o que no responden bien a diversas técnicas de reproducción asistida (fertilización in vitro o inseminación artificial).
En IVI, las donantes de óvulos se someten a exhaustivos controles, similares a los realizados a los donantes de semen, para poder descartar la existencia de enfermedades congénitas, malformaciones y enfermedades de transmisión sexual. Este método es el más eficaz que existe, sin duda, en reproducción asistida. Las mujeres receptoras, en tanto, deben someterse a una terapia hormonal para preparar su organismo. Una vez obtenida una donación adecuada, estos óvulos se fecundan con el semen de la pareja para posteriormente proceder a la transferencia embrionaria.
Es muy recomendable que quienes padecen estas enfermedades tengan la posibilidad de recibir apoyo psicológico para asumir los cambios que traen consigo este tipo de tratamientos. La urgencia que caracteriza los tratamientos oncológicos, generalmente deja poco margen para que el paciente hable de lo que le ha acontecido. Para darle la palabra a ese paciente es que se habilitan los espacios de apoyo psicológico.
“La escucha analítica ofrece a cada consultante, más allá de la posibilidad de darle significado al diagnóstico abrumador, la oportunidad de nombrar lo que le ha sucedido de acuerdo a la singularidad de su propia historia, haciendo uso de sus recursos más personales. Para una mujer en edad fértil, pensar en vitrificar sus óvulos puede ayudarla a restituir la idea de futuro que el diagnóstico de cáncer ha puesto en suspenso. Pero es preciso escuchar en cada caso qué es lo que la persona dice en relación a su cuerpo, a su feminidad y sexualidad, así como la importancia que tiene para cada mujer la posibilidad de embarazarse pese al cáncer, todo esto en el contexto de una enfermedad culturalmente asimilada como amenaza de muerte”, sostiene Gabriela Manitta, psicóloga de Clínica IVI Santiago.