En el 90% de los casos se pueden apreciar señales de alerta previas
Según estos especialistas, el acoso escolar se ha convertido en la primera preocupación de los padres tras los últimos suscesos ocurridos en España con víctimas algunas de ellas mortales. El número de visitas a las consultas se han ido incrementando desde el último semestre de 2015. «Nos encontramos con la necesidad de dar respuestas a los padres que sienten que los protocolos de actuación de las instituciones son insuficientes para paliar esta epidemia en dónde cada vez más, se hace necesario la restitución de los derechos vulnerados de los menores frente al acoso escolar».
¿Cómo podemos detectarlo desde casa?
Existen algunas actitudes comunes entre los niños que sufren este tipo de acoso. Se puede detectar en menores cercanos cuando:
—Se aprecie un especial cambio de conducta en el niño/adolescente.
—La víctima no quiere asistir a clase.
—Sufre el síndrome del domingo por la tarde.
—Tiene golpes y moratones injustificados.
—Muestra un alto grado de irritabilidad y nerviosismo.
—Experimenta cambios de carácter.
—Presenta tristeza injustificada.
—No tiene ganas de ver a sus amigos ni de salir de casa
—Pierde objetos.
—Padece cefalea y dolores abdominales.
«Hay que tener muy en cuenta que el acoso escolar no es un juego inocente. El acosado no sobrevive al mismo reaccionando con una venganza de idéntico nivel y que el bullying dista de favorecer el endurecimiento del carácter de un niño, sino que siempre constituye una violación grave de sus derechos, degrada su dignidad como ser humano y puede tener unas secuelas difíciles de restañar en el devenir vital del individuo», concluye la directora de Coaching Club.