«La culpa puede ser útil cuando nos ayuda a reflexionar y prestar atención a nuestras emociones y las de otras personas. Dedicarles tiempo de calidad a los niños incluye darse cuenta de lo que están haciendo, tomarse algunos minutos del día para conversar o escucharlos atentamente cuando hacen una pregunta. Prestándoles atención estamos reconociendo la individualidad del niño o niña, su autoestima, y proveyéndolo de una oportunidad de aprendizaje», explica Francisca Puga, psicóloga de la Universidad Católica y directora ejecutiva de Triple P Chile, Programa de Parentabilidad Positiva que entrega a los padres ideas simples y concretas para mejorar la conducta de los hijos y la relación con ellos.
La profesional –quien también es magister en psicología social comunitaria del London School of Economics– señala que en este período de vacaciones, en que no puedes acompañar a tus hijos durante todo el día, es importante que cuando llegues del trabajo compartas con ellos y les pongas atención. «Cuando se acerquen a hacerte alguna pregunta o involucrarte en alguna actividad, debes mostrar una actitud disponible. Estos momentos, aunque sean breves, son muy especiales para ellos. Trata no solo de prestarles atención e interactuar con ellos cuando hacen algo que no te gusta”.
Francisca dice que en estos espacios es muy importante conversar con ellos. “Esto no solo les ayuda a aprender el arte de la conversación y el uso de las palabras, sino que también permite a los padres compartir sus propias ideas. Podemos preguntarles a los hijos e hijas acerca de su día y compartir también nuestro día con ellos. Esta es una excelente forma para que los niños y niñas aprendan que en las conversaciones se escucha y se habla; una de las habilidades sociales que los ayudarán a hacer nuevos amigos y mantenerlos».
A su vez, la psicóloga aconseja aprovechar los tiempos de juego, ya que son una gran oportunidad para entregarles a los hijos momentos de atención, aunque sean breves. “Mientras juegan, obsérvalos, muéstrate disponible y refuérzalos hablándoles o haciéndoles preguntas, pero ten cuidado con hacerte cargo del juego o decirles cómo jugar», enfatiza.
Es fundamental que los niños sepan que los quieres y son importantes, dándoles habitualmente abrazos y besos. “También es importante sintonizar con el nivel de atención con el cual tu hijo o hija se siente cómodo y tratar de coincidir con él. Es decir, hay niños a quienes no les gusta que los interrumpan mientras están jugando y ese espacio hay que respetarlo, y buscar otro momento para demostrarles cariño”, precisa Francisca Puga.
Entonces, podemos aprovechar la culpa que aumenta por estos días, para aplicar estas simples estrategias, aunque sea por breves momentos, durante los espacios de tiempo en que sí podamos compartir con nuestros niños, para sacarles el mayor provecho posible.