Nunca subestimes las capacidades de tu hijo; por muy pequeñito que sea está en un proceso constante de comprender el mundo que lo rodea y requiere de actividades para incentivar su evolución cerebral.
En esta nota te comentaremos 10 actividades adaptadas a la etapa comprendida entre los 3 y los 6 años.
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Juegos de memoria
Puede ser un memorice con cartas de cartón o un juego electrónico en la tableta o teléfono, estos juegos estimulan la memoria espacial y el sentido de organización. Seguro te sorprenderás de que tu pequeño recuerde más que tú.
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Descubrimiento de las cifras y letras
Mediante las cifras y letras tu hijito comenzará a aprender palabras cortas como los nombres de los miembros de su familia. Utiliza bloques o tarjetas con letras o números, lo que lo preparará para el ambiente de aprendizaje en la primaria.
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Juegos de rol
Estos juegos no sólo hacen uso de la imaginación, sino también apelan a las emociones del niño. Adoptar el papel de otra persona o personaje, le permite manifestar empatía desde temprana edad.
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Juegos cooperativos
Estas actividades no tienen perdedores, ya que un grupo de participantes lucha por un objetivo común. Puede ser construir un castillo con piezas armables o una pintura en equipo; se verá fortalecido la interacción grupal, los valores de ayuda mutua y la perseverancia para una misma meta.
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Escuchar un cuento
Algo que los niños aman es que les lean un cuento. También puedes valerte de un audio de su historia favorita. Afectarás positivamente el desarrollo de la memoria auditiva, así como su atención y el aprendizaje de la cronología: qué vino primero y qué sucedió en medio de la trama para llegar a un desenlace.
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Armar un puzzle
A través de los rompecabezas se estimulan varias capacidades intelectuales del niño: la motricidad fina (al unir las piezas), las capacidades de perseverancia, organización y el gustito por el esfuerzo, ya que luego de muchas horas y harta paciencia, ¡logrará visualizar el cuadro completo y se sentirá orgulloso!
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Construir algo o crear un disfraz
Los papás pueden ayudar con un proyecto de construcción, algo sencillo que permita al pequeño ver los pasos que se toma a partir de una etapa inicial hasta el resultado final. Podrá combinar la destreza para manipular objetos pequeños con la creatividad. ¡Puede que haya un artista escondido esperando por revelarse!
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Hacer un experimento científico
Siempre en presencia de un adulto, se puede jugar con experimentos químicos para alentar la curiosidad científica. Pregúntale qué es capaz de observar y qué es lo que cree que sucederá. Así, irá aprendiendo a formular hipótesis y teorías, los que luego podrá comprobar científicamente, descubriendo cosas interesantes.
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Jugar al aire libre
Es una actividad que no requiere tanto esfuerzo. Las opciones son diversas: los juegos de la plaza, andar en bicicleta o patineta, saltar la cuerda… hay millones de maneras de entretenerse. Esto le permitirá trabajar su motricidad global, fortalecer su autoconfianza y comprender la noción de peligro o riesgo.
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Jugar a responderle
Te habrás dado cuenta de que en este período abundan los “¿por qué?”. Ten en cuenta que si tu hijo te plantea una pregunta es porque está preparado para la respuesta. Los papás deben ser discernidores y ver si tras sus inquietudes se esconde un problema o temor. Si no detectas nada fuera de lugar, entonces sigue con el razonamiento de tu niño y contesta de acuerdo con su capacidad de comprensión. Verás cómo se transforma en un instante muy enriquecedor para su ávida mente.