Vemos la estimulación como parte del desarrollo del bebé, sin embargo, esta no debe ser forzada u obligatoria, cada bebé es único y es importante respetar los tiempos y las etapas de cada uno. El amor, la paciencia y la empatía de los padres juegan un papel trascendental en este proceso.
Para que la estimulación tenga efecto es fundamental que el bebé esté atento a lo que está ocurriendo. El recién nacido, por ejemplo, prestará atención en períodos muy cortos de tiempo, que duran tan sólo cuatro segundos, pero a través de la repetición y la madurez, su margen de atención se ampliara dos segundos o más.
El bebé está atento cuando:
- Su respiración es más suave y estable.
- Su frecuencia de succión disminuye.
- Sus ojos se ven más grandes y sus pupilas dilatadas.
- Se le relaja la barriguita.
- Mira a la persona u objeto que lo está estimulando.
- Su vista se fija en el estimulo durante 4 a 10 segundos.
Para lograrlo es importante:
- Motivar su curiosidad: variando los estímulos, cambiándole los juguetes y la música que escucha.
- No proporcionarle muchos estímulos a la vez: porque al principio el bebé todavía no tiene la capacidad de seleccionarlos.
- Repetir los estímulos varias veces: para que aprenda comienza con períodos muy cortos de estimulación y anda aumentando el tiempo gradualmente.
- Ofrecerle calor, calma y tranquilidad: recuerda que el pequeño percibe el estado de ánimo de las personas por lo que hay que procurar estar relajada en los momentos que se comparte con el niño.
Técnicas para estimular al bebé
- Aunque no lo creas, la posición que tiene la cuna o la cama en el dormitorio es importante, si se deja en el mismo lugar durante meses, el bebé se acostumbrará a la orientación y perspectiva estática de su cuarto.
- A través de las barras de la cuna verá siempre la misma perspectiva de la ventana, y de los muebles.
- Puede que nunca vea la puerta por donde se entra o muebles que no estén bajo su campo visual.
- Por esto es una muy buena práctica cambiar de sitio la cuna una vez al mes, dándole la posibilidad al bebé de ver otras perspectivas de su mundo.
- Tendrá mas información para aprender y esto le ayudará a evitar desarrollar calambres en el cuello o malformaciones en la cabeza por tener que dormir siempre acostado del mismo lado.
- También es bueno cambiarlo de posición dentro de la cuna, alternando su ubicación en intervalos regulares de tiempo.
Sin embargo, cuando él bebé llegue a los 8 o 9 meses de edad, este cambio de rutina puede resultar desconcertante para él. En esta edad los niños desean que su rutina sea establecida porque encuentran una sensación de seguridad cuando el medio es inamovible y consistente.