Antes de comenzar a darle masajes a tu hijo es fundamental que tanto tú como él se preparen para esta entretenida y estimulante actividad.
Preparación para el masaje
- Asegúrese de que usted esté tranquila, sentada en una posición cómoda y de no tener interrupciones durante 15 minutos aproximadamente.
- Puede acondicionar un ambiente de relajación poniendo música suave.
- El ambiente de la habitación debe ser cálido, porque es más fácil realizar el masaje si su bebé está completamente desnudo o desnuda, preferiblemente después del baño.
- Aliste una superficie cómoda y suave para acostar a su niño o niña.
- El masaje se puede realizar con un poco de aceite o crema líquida con el fin de reducir la fricción y suavizar la piel del bebé. Caliente sus manos antes de tocarlo y tenga siempre el aceite en un envase abierto para untar los dedos de una mano mientras que la otra permanece en contacto con el bebé.
- Comience con un tacto muy suave y gradualmente aumente la presión a medida que usted tiene más confianza y su bebé se acostumbra a ser masajeado.
- Para ayudar a que su bebé se relaje más, enfoque su atención sobre una área del cuerpo y muéstrele como relajarse. Por ejemplo si su brazo está tenso y recto, tómelo y agítelo suavemente y diga «relájate», sonriéndole. Esto se puede repetir con todas las demás partes del cuerpo, así, el bebé enfocará su atención e irá aprendiendo a relajarse.
¿Cuándo?
El masaje del bebé requiere tiempo. No es algo que se pueda hacer «más o menos» a ratos. El niño notará entonces la desgana, la inquietud, el nerviosismo y la frialdad como nota el buen humor, la tranquilidad la dedicación y el afecto. Los padres deben estar relajados y tener ganas de efectuar el masaje. No debe ser un acto forzado, ni para el bebé ni para los padres.
¿Dónde?
Necesitamos una habitación convenientemente caldeada o un lugar que reúna los mismos requisitos. En verano también puede ser el jardín o la playa.
¿Con qué?
Para el masaje se utiliza un aceite o loción. De este modo, al mismo tiempo podemos beneficiar a la piel del bebé.
¿Comienzo?
Ya en la segunda semana después del nacimiento pueden empezarse las sesiones de masaje. Se recomienda efectuarlas a diario después del baño. Puede utilizarse cualquier ocasión oportuna, incluso puede hacerse 2 veces al día. A medida que el bebé va creciendo -a partir de aproximadamente los 6 meses- será suficiente efectuar el masaje cada 2 días. Posteriormente también puede reducirse esta frecuencia.
¿Duración?
Para efectuar un masaje completo o total, necesitará como mínimo 15 minutos, sin contar el tiempo que empleará en juegos y en ejercicios de calentamiento. El tiempo disminuirá correspondientemente cuando realice usted masajes parciales en el abdomen, la espalda o los pies.
Para masajear al bebé no necesitamos grandes dotes de habilidad manual. Al principio, los movimientos tendrán un efecto «poco redondeado», y tampoco será posible evaluar la intensidad de las mismas. Lo único importante es que el masaje resulte placentero para usted y para su hijo.
Mediante el contacto visual aprenderá a conocer las reacciones del bebé y a percibir cómo acepta los ejercicios. Así también el niño podrá controlar la intensidad de los mismos. Al principio deberá empezar las palpaciones muy suavemente, pero cuando se sienta algo más seguro podrá intensificar su masaje. Quizás se le ocurra a usted algo nuevo y pueda añadirlo.