Cuando se decide estimular al bebé hay que tener en cuenta la importancia de enriquecer desde una edad temprana el desarrollo en conjunto a la motricidad, lenguaje, comunicación y el desarrollo personal y social. En Facemamá te dejamos algunas recomendaciones para estimular al bebé:
Lo primero que debes tener en mente es que el bebé no necesita una estimulación constante. En ocasiones el sólo hecho de estar despierto, a solas, lo llevará a descubrir sensaciones propias.
El segundo punto fundamental es que ambos deben estar relajados, porque ni tú ni tu bebé ganan nada si están preocupados por el nivel de realización.
El aprendizaje y el desarrollo no se aceleran con la presión, sino más bien, todo lo contrario: ésta puede perjudicarle.
El tiempo que seleccione para llevar a cabo la estimulación es un momento especial. Las continuas interrupciones (teléfono, visitas, etc.) disminuyen la calidez del momento.
Es imprescindible que cuando estimules a tu bebé motives su curiosidad, variándole los estímulos, cambiándole los juguetes, la música, las actividades, etc.
También es importante que repitas los estímulos varias veces para que aprenda. Comienza por periodos muy cortos (segundos) y anda aumentando el tiempo gradualmente.
Realiza los ejercicios con un intervalo que le permita al niño tener un descanso suficiente para lograr una mejor disposición al siguiente juego. Ten en cuenta que los períodos de atención de un pequeño son de muy corta duración.
Durante la sesión de juego muéstrale tu aprobación con abrazos, besos, aplausos o cualquier forma que te permita hacerle saber que es una maravilla y convierte a la música en su mejor compañía, para los momentos de estimulación.
Verás como, con el pasar del tiempo, la estimulación se convertirá en una rutina diaria. Aunque inicialmente las respuestas del niño no aparezcan, con los días observarás resultados.
La distribución de las actividades depende de ti por lo que recuerda que es importante ofrecer a cada niño un programa planificado y sistemático.
Es probable que el bebé esté más dispuesto en la mañana o en la hora del baño. Evita ejercitar su movimiento inmediatamente después de comer, o realizar actividades muy estimulantes en la noche, para no perturbar su sueño.
Por último, recuerda siempre seguir la corriente de tu hijo. El que va adelante deber ser el niño, no tú. Un buen ejemplo para graficar esto es que si él está fascinado con un móvil, no debes sacar otro juguete, permítele continuar observándolo el tiempo que lo desee.
Finalmente, una actitud serena y amorosa, el instinto y sensibilidad, así como los cuidados que se le proporcione a un niño son ya una gran fuente de estímulos.