Si pensamos solamente en cuántos pañales hemos cambiado hasta ahora, nos vendrá un dolor de cabeza tremendo y sin contar los que nos quedan por cambiar. Sin embargo, podemos hacer del cambio del pañal un momento entretenido.
Si de pañales desechables se trata, las estadísticas nos cuentan que cambiamos 5 por día, 35 a la semana 150 al mes, 1825 al año y si esto lo multiplicamos por dos hijos, por 3 años cada uno, el resultado es…. ¡Una cantidad de pañales exorbitante! ¿Qué tal?
A veces, sucede que el ritmo frenético de la vida moderna nos quita el tiempo precioso que pasamos con nuestros hijos, es por esto que podemos ver el cambio de pañal como una oportunidad para dedicarle 15 minutos diarios a mimar y jugar con ellos.
¿Cómo hacer del cambio del pañal un momento entretenido y estimulante?
- Si el bebé grita desesperadamente cada vez que lo recuestas para cambiarle el pañal, primero debes entretenerlo, cantarle y mostrarle sus juguetes hasta que se calme y deje de tirarse del mudador para abajo.
- Así que debes usar toda tu imaginación para que pase de la desesperación a la diversión. Una acción que da buenos resultados es darle besitos en la barriguita, mientras despliegas tu habilidad para sacarle la ropa lo más rápido posible.
- ¡Qué diferencia hay cuando son recién nacidos! Cambiarles el pañal se convierte en una obra de arte, hay que ser muy delicados porque su cuerpito es muy frágil y pequeño, por lo que generalmente nos toma más tiempo. Podemos aprovechar estos momentos únicos para acariciarlos, mostrarles algunos objetos, mirarlos a los ojos y hablarles suavemente.
¿Qué pasa cuando crece?
- A medida que el bebé va creciendo, el ritual es el mismo pero con menos formalidades. Ahora el momento del cambio del pañal se puede transformar en un momento de juegos en la que pueden participar otros miembros de la familia.
- El hermano mayor le puede cantar o leerle cuentos, mientras su potito toma aire, que le hace bien. Así el bebé aprovecha este momento de libertad mientras está desnudo para chuparse los pies, reconocer su cuerpo e imitar los sonidos de sus hermanos mayores.
- También puede participar el padre haciéndole algún masaje, comiéndoselo a besos y dándoles algunos suaves mordiscos en sus piernas y brazos llenas de rollitos… que de seguro será lo que más le guste, provocándole carcajadas.
La idea es que el tiempo que dedicas a cambiarle el pañal a tu hijo, sea un momento de diversión. Por eso te aconsejamos que cada vez que tengas tiempo lo aproveches con tu bebé, al menos una vez al día.