Una fascinante carrera de palabras es la que recorre el bebé en su camino para aprender a hablar.
Experto: Pamela Cotorás y Aída Pohlhammer, fonoaudiólogas del Centro Manantial
Cualquier pregunta que se le realice a un bebé de tres meses tendrá un grado de importancia en la comprensión de lo que se le dice. A esa edad el niño está muy lejos de decir sus primeras palabras y su comprensión de lo que oye es imprecisa. Sin embargo, entiende el tono de la voz y reacciona alegremente con gritos y manoteos cuando se le hace una pregunta: ¿Quién es el niño más lindo de toda la casa? Su reacción es evidente frente a este estímulo.
Durante los primeros meses el bebé inicia un “diálogo” no verbal con los padres a través de miradas y gestos. En este período el niño se encuentra en una etapa pre-lingüística, es decir, aún no tiene lenguaje articulado (verbal). No puede decirse que no se comunica, ya que durante toda esta fase ha buscado satisfacer sus necesidades a través de distintas maneras, ya sea con llanto, risa, balbuceo, silabaciones, miradas o con su lenguaje corporal. Con estos recursos logra un sistema de señales que sólo los más cercanos logran comprender.
Con el paso de las semanas, los padres van formando el vocabulario comprensivo de su hijo a través de preguntas y expresiones claras, la verbalización entrega información necesaria para se incorpore a la comunidad de hablantes en forma eficaz. A esto se suma una rápida evolución de la capacidad perceptiva innata y de la anatomía especializada del tracto vocal (laringe, velor del paladar, lengua, etc).
Recomendaciones para la estimulación
- Tener un móvil con figuras geométricas, ojala en tres dimensiones y con mucho colorido
- Fotos de rostros sonrientes, especialmente de integrantes de la familia.
- Cascabeles, linternas, objetos para morder
- Música preferentemente clásica (se recomienda Mozart)
- Géneros de distintas texturas para que el niño pueda tocar
- Hablarle al niño mirándolo a los ojos
- Llamarlo por su nombre
- Cantarle
- Hablarle mientras se le baña, se le da de comer o cuando se le muda.
- Nombrar los objetos que están cerca para así fomentar el desarrollo del lenguaje
- Hablarle de distintas distancias para así estimular el oído y habilidades de discriminación auditiva
- Acostar al bebé boca abajo en una pelota de playa. Sujetarlo bien de las caderas mientras se lo mece hacia los lados, y hacia delante y atrás. Al realizar estas acciones el niño estará aprendiendo a usar sus músculos para mantener el equilibrio y mover su cuerpo en el espacio.
- Utilizar frazadas o cobertores para jugar con él a las escondidas. Con el cobertor hacerle un columpio y mecerlo suavemente hacia los lados.
- Imita sonidos, cambia el tono y volumen.
- Siempre que estes con el nombra todo para que vaya familiarizandose con los objetos.
- Usa palabras sencillas y complejas.
- Utiliza apoyo visuales.