A continuación se incluye una serie de actividades cuyo objetivo es estimular el desarrollo socioemocional del niño; éstas son simplemente sugerencias ya que lo importante es que tú idees miles de acciones y juegos que favorezcan y beneficien a tu hijo, teniendo en cuenta el contexto ambiental en que vive.
Experto: Roberto Balassa, pediatra de la Clínica Quilín de la Universidad de Chile
- Desde la 2° semana de vida cuando levante al niño de la cuna, sosténgalo por un período corto en diferentes posiciones para que responda a diversas sensaciones en su equilibrio.
- vertical
- horizontal
- un poco inclinado
- boca abajo
- de medio lado
- Muévase en diferentes sentidos sin salir del campo visual del niño, para favorecer el que siga sus movimientos.
- Cuando lo alimente, sonríale, mirándolo a los ojos.
- Sonría al niño con movimientos afirmativos y el rostro de frente, y cuando el niño responda celébreselo.
- Cuando el bebé muy pequeño lo acaricia, si le tira el pelo o le hace daño con sus uñas no lo regañe ya que aún no tiene una adecuada coordinación motriz; comuníquele que le dolió y retire suavemente su mano del cabello o parte expuesta.
- Alce al niño cuando lo alimente, háblele, béselo, acarícielo y sonríale.
- Cuando lo mude de ropa, procure que ésta esté a la temperatura del cuerpo del bebé. Para que sienta una estimulación táctil agradable.
- Hágale cosquillas suaves en la comisura de los labios.
- Permita que el niño le toque cuando lo alce.
- Cuando el niño permanece un tiempo prolongado con el pañal sucio, llorará, se mostrará inquieto, además de que puede irritarse su piel. No permita que el niño tenga un pañal así durante mucho tiempo; cámbielo suavemente y háblele en forma cariñosa. Si el niño se acostumbra a estar seco, más adelante se le facilitará el iniciar su control de esfínteres.
- Evite colocarle al niño ropa apretada y molesta.
- Los sonidos ruidosos de frecuencia baja tienden a interrumpir el llanto del bebé. Cuando el niño se muestre inquieto, acérquese y repite en voz baja y rítmicamente un sonido. Por ejemplo, «ta,ta,ta…».
- Bañe al niño a la temperatura de su cuerpo
- A medida que el niño crece puede fomentarse hábitos alimenticios, de sueño, higiene, etc., que le permitan desarrollarse fuerte y sano.
- No olvide, después de alimentar al bebé, ayudarle a expulsar el aire para evitar cólicos, sosteniéndolo verticalmente sobre el pecho.
- Facilítele movimientos de diversa índole; al mostrarle objetos, muévalos, cuelgue móviles cerca de la cuna y sóplelos. Arrulle periódicamente al niño y permita que él se mueva de acuerdo con su etapa (arrastrarse, gatear, caminar, etc.).
- Actúe como modelo de imitación del niño para que aprenda a decir adiós con la mano.
- Entre los 10 y 14 meses aproximadamente, acepte la cooperación del niño, permitiéndole que introduzca sus manos en la camisa o levante los pies cuando le pone los pantalones.
- A medida que el niño realiza una actividad por sí mismo, estimúlelo y alábelo. Deje que continúe haciéndolo solo, aunque al principio se demore, favoreciendo así su independencia.
- Permítale colaborar en las actividades domésticas en las cuales, por su etapa y desarrollo, ya puede participar, tales como dejar la ropa sucia en el lugar asignado, llevar un papel al basurero, etc.
- Hacia los 20 meses puede enseñarle al niño a sonarse.
- Permita que el niño imite acciones cotidianas, pidiéndole que alimente un muñeco, lo acueste, lo peine, etc.
- Si el niño llora, busque la causa del llanto y modifiqué la situación. A medida que el niño crezca, permítale que él mismo discrimine que lo está incomodando, mediante preguntas como «¿Tienes hambre?» Si tomas tu alimento estarás más cómodo «(aunque el niño no hable y creamos que no comprende). Cuando el niño haya aprendido a hablar pregúntale «¿qué té pasa?«
- Si el niño no llora, pero su nivel de actividad es diferente al que normalmente presenta, préstele atención, ya que puede estar enfermo.
- Si el niño está limpio, seco, ha comido y dormido bien, pero sigue llorando, llévelo al médico.
- Si usted quiere que el niño aprenda algo, sirva como modelo dándole el ejemplo, ya que el niño aprende más de lo que observa que de lo que se le dice. Ejemplo: si quiere que el pequeño hable claro, háblele así y no a media lengua.
- Si el niño emite algún sonido repítalo para establecer una comunicación. Ejemplo: «ag, ag…». «ma,ma,ma…», oh, oh, oh,…», etc.
- Cuando hable con el niño, hágalo en forma expresiva, para que aprenda, poco a poco, a discriminar que las personas hablan diferente si están cansados, alegres, tristes, con rabias, etc. Esto permite aprender a expresar sentimiento.
- Enséñale al niño a expresar diferentes sentimientos cuando tenga la oportunidad. Por ejemplo: si el niño con un movimiento le pega, comuníquele verbalmente que le dolió y muestre una expresión de dolor, si le acaricia dele un beso y muéstrese feliz; acérquese a un objeto y al mirarlo, vuélvase hacia el niño con un gesto de sorpresa. Levante el objeto y enséñelo. Haga lo mismo con expresión de alegría, cansancio, susto, consuelo, etc. Pronto el niño aprende a imitarlas.
- Cuando le dé alguna orden al niño, muéstrale qué es lo que usted desea que él haga. Ejemplo: entréguele una peineta, después estire la mano y dígale «dame la peineta»; cuando el niño lo haga, demuéstrele su satisfacción.
- Es importante que el niño pase un tiempo del día solo, otro en compañía de la madre, otro período con el padre y con otras personas, para que aprenda a disfrutar de las actividades consigo mismo y con los demás.
- Ayúdele a conocer a las personas que lo rodean, 1° mostrándolas y nombrándolas. Ejemplo: » él es papá, ella tu hermana Nancy, aquella es tu mamá, yo soy tu hermano Miguel». Posteriormente, pídale que ubique las diferentes personas que conforman su familia Ejemplo: «¿Dónde esta mamá?» .
- Al principio el niño la buscará con la mirada, después la señalará con la mano y dirá mamá», hasta que finalmente lo comunicará como una respuesta verbal más completa. Ejemplo: «ahí esta mamá».
- Cuando haya personas, objetos o ruidos extraños, explíquele que son (aunque no comprenda las palabras). Poco a poco, se acostumbrará a ruidos, objetos y caras nuevas.
- Enséñale a aplaudir llevándole las manos, pronto él intentara hacer el movimiento. Utilizando música o canto, palmee usted, el niño le imitará. Hágalo al ritmo musical.
- Favorezca la expresión de sentimientos del niño, respetando éstos. Por ejemplo: risa, llanto, dolor, etc. Si el niño se golpeó con algo no le diga «eso no duele, no llores» (ya que al niño sí le duele). Diga más bien algo como: «Sé que te duele, dentro de un ratito no dolerá».
- Déjelo jugar con otros niños y otros adultos. Aléjese poco a poco.
- Es importante no rechazar al niño sino a las formas peculiares de conducta que son inadecuadas. No le diga «eres torpe» o «no seas necio» más bien diga «no te fijaste y rompiste el vaso» o «las tijeras no puedes tomarlas todavía».
Respecto a la estimulación por terceros, hay que ser selectivos respecto a quiénes se les permite estimular a los bebés, y que tomen las medidas higiénicas adecuadas, como el aseo de manos, que puede parecer redundante, pero muchas veces se olvida. También es importante que sean personas psicológicamente sanas.